Guadalajara, Jalisco.

La actriz Eréndira Ibarra es un ejemplo de la relación entre el activismo, por una problemática como la desaparición de personas de la diversidad sexual en México, y el cine, ese medio que posibilita conocer historias. En el 38 Festival Internacional de Cine en Guadalajara, ha tenido una participación directa con estos temas.

Ibarra, que también fue elegida como jurado de la selección del premio Maguey, fue reconocida con el Queer Icon, por su activismo, y su trabajo como actriz.

Para este año uno de los temas que motiva al premio Maguey es la desaparición de personas de la diversidad sexual, por lo que Ibarra mantiene cuestionamientos hacia la industria del cine, pero también, en el impacto que genera, cuando es la empatía uno de los factores a considerar hacia los públicos.

"Creo que el arte no sólo es un vehículo para exponer la realidad del país, y de las historias que están sucediendo en este país, sino también para lograr empatizar mejor, cuando decimos que estamos en una crisis humanitaria de desaparición, en realidad podemos decir que estamos en una crisis humanitaria de empatía, y si algo sabemos es que cuando vemos una película desde una perspectiva diferente, eso nos ayuda a que nuestra perspectiva se amplíe".

Eréndira, también explicó que por esa razón el premio Maguey se ha convertido la oportunidad para conectar con cada vez más historias.

Pero en la generación de productos cinematográficos que hablen de esto, o de otros temas como el feminismo, o de las comunidades indígenas, para Ibarra aún hay puntos que considerar acerca de quiénes se encuentran en las producciones, o quienes tienen la oportunidad de contar estás historias, y desde qué lugar.

"Lo tomo como responsabilidad desde Anónima Media, desde mi productora también, es que todas las personas tienen que estar dignamente representadas en todos los procesos de producción, sí vamos a hablar de una historia sobre la comunidad Queer, entonces tu cuarto de escritores y escritoras tiene que ser Queer, punto, no hay más, tenemos que dejar de contar las historias de los demás, porque eso es explotación, y permitir que las historias sean autogestivas, y apoyar a las comunidades que están contando sus propias historia.

Ya no ver cine Indígena, desde la perspectiva de una persona que no es indígena, si no darle las herramientas a las comunidades que ya las tienen más bien, darles los espacios, para que esas películas puedan ser vistas por todas las personas".

Eréndira Ibarra fue una de las actrices que el FICG 38 reconoció este año. Y es parte del jurado que valora a 16 películas y documentales participantes.