A 31 años del 22 de abril



Guadalajara, Jalisco. 

El miércoles 22 de abril de 1992, la vida de miles de personas cambió radicalmente. Cerca de las 10 de la mañana, una explosión en el Sector Reforma de Guadalajara sorprendió a niños en parques, mujeres y hombres trabajando e inclusive a algunos los tomó dormidos.

Al momento, las personas desconocían lo ocurrido. Fue al levantar la cara cuando notaron la casa del vecino se había venido abajo o quien no tuvo tanta suerte despertó bajo los escombros.

A 31 años de recordar el suceso ha hecho que ese momento se convirtiera en uno de los episodios más negros en la historia de Jalisco, pues para quien no radicaba en este Estado, la información de que el sector Reforma de Guadalajara había desaparecido fue increíble.

Este 2023 se cumplen 31 años de la tragedia que enlutó, oficialmente, a poco más de 200 familias, aunque las lesiones para quienes aún sobreviven afirman que fueron miles los no cuerpos reconocidos, y aunque en primera instancia los primeros años fueron medianamente apoyados, en la actualidad no han conseguido ni una disculpa oficial, ni justicia ni verdad.

Sonia Solórzano es una de las sobrevivientes del 22 de abril de 1992. Ella quedó atrapada en un camión y fue rescatada, quedando con secuelas que le impiden caminar sin un bastón. Ella es una de las luchadoras en busca de justicia y verdad para las personas que perdieron la vida y para los lesionados de ese fatal día.

Sonia lamenta que, a 31 años de la tragedia, las autoridades sólo quieran limpiar y pintar monumentos cuando se acerca la fecha, pero durante todo el año sus espacios y los lesionados sean ignorados.

“Esta es parte de la molestia de los lesionados del 22 de abril, que a días de cumplirse un año más de la lamentable tragedia es cuando las autoridades lo toman en cuenta para venir a bridar un mantenimiento o limpieza de estos espacios”.

Sonia Solórzano afirma que durante estos años el fideicomiso que fue creado en el año 2000 para apoyarlos con medicamento, seguro de vida, aparatos, gastos funerarios y un apoyo mensual han ido a la baja, sobre todo en esta administración, ya que en la actualidad sólo cuentan con el gasto funerario, que no todos quieren tomar por sus altos costos, los medicamentos son escasos y el pasado 14 de marzo les realizaron el cambio de salarios mínimos a Unidades de Medida y Actualización, con lo cual, sostienen, bajó su ingreso mensual.

“Así como se encuentra esta finca es como se sienten los lesionados del 22 de abril, pues a 31 años de la tragedia, ellos consideran que las autoridades quieren olvidar la fecha y a todos sus lesionados”. 

En los últimos años, los representantes de los 54 sobrevivientes del fideicomiso han tocado puertas de los tres órdenes de Gobierno para pedir que sus apoyos no se vieran afectados. Lamentablemente, señalan que su esfuerzo no ha servido de mucho, pues a la fecha pareciera que buscan desaparecer la historia del 22 de abril y todo lo que tenga que ver con ella.

“En este muro se encuentran 159 nombres plasmados de las personas que perdieron la vida ese 22 de abril de 1992. A 31 años de la tragedia, sus familiares aún se encuentran en búsqueda de Justicia y verdad".

Al paso de estos años, los damnificados del 22 de abril no sólo han tenido que vivir con sus problemas físicos y psicológicos, han luchado por mantener lo poco que aún tienen, señalan que si se hubieran quedado de brazos cruzados hoy en día su fideicomiso ya no existiría, pues las autoridades simulan apoyarlos, pero en realidad todas tienen una deuda con los 54 sobrevivientes del fideicomiso y sus familias.

Aunque al corte del mes de febrero, la cifra oficial del fideicomiso 22 de abril cuenta con 15 millones 816 mil 371 pesos y se asegura su permanencia, según el Gobierno de Jalisco, los lesionados insisten en que las cuentas no cuadran y no lo hacen porque jamás han sido transparentes con ellos.

Hoy, 31 años después de la tragedia que hirió a Guadalajara para siempre, los 54 beneficiados del fideicomiso 22 abril mantienen su esperanza en que finalmente llegue una autoridad que no sólo los atienda el día conmemorativo, sino que esté al pendiente de sus necesidades, que los responsables al fin ofrezcan una disculpa pública y, sobre todo, que no sean utilizados como un recurso de atracción de votos cada vez que las elecciones se acercan, para después ser ignorados como ha ocurrido hasta ahora.