Por Luz Atilano

Como lo dio a conocer desde el domingo pasado Alfonso Salvador Solórzano Moreno, representante legal de habitantes de San Juan Bautista de La Laguna que se oponen a la instalación del gasoducto para abastecimiento industrial en su territorio, legalmente se cuenta ya con una orden de suspensión provisional a la obra.

Cuyo oficio indica textualmente que “ponderando la apariencia del buen derecho, la no afectación al interés social y la no contravención de disposiciones de orden público, SE CONCEDE LA SUSPENSIÓN PROVISIONAL para el único efecto de que las autoridades municipales señaladas como responsables, en el caso de que la empresa tercera interesada no cuente con el permiso o permisos necesarios otorgados por la Secretaría de Energía o la Comisión Reguladora de Energía, suspenda el permiso o autorización emitida para la instalación de los citados ductos, así como para que en términos del numeral 149 de la Ley de Amparo, ordene al particular la inmediata paralización de la ejecución, efectos o consecuencias de dichos actos”.

No obstante ya emitida y con efectos dicha orden, la obra continúa su curso a un lado del Libramiento Norte sin intervención al respecto por parte de la autoridad municipal, ya enterada de esta disposición si bien alegaba desde el domingo aún no haber sido notificada formalmente.

Según el testimonio de habitantes de la zona afectada, en un intento por dar celeridad a la obra, la empresa Gas del Noroeste mantiene trabajos durante día y noche:

“Nosotros lo que hemos observado es que ellos no han respetado el amparo, el amparo salió el domingo y el mismo presidente dijo que a partir de ese día se tendrían que suspender las obras, porque incluso el domingo estuvieron trabajando. Y no han hecho caso, las personas del gas siguen trabajando por dos lugares, por la entrada a Santorini y el crucero Lagos-La Chona, entonces nosotros estamos aquí protestando porque queremos que se haga valido el amparo (suspensión)”.

“Ya en varias ocasiones que han hecho reuniones han quedado que se va a detener la obra y ellos siguen avanzando y de hecho hasta de noche y de día y como yo aquí vivo, yo los vi desde como a las seis de la mañana, oí que hablaban, me levanté y vi que eran ellos y ya dije ’bueno, si se supone que ganamos el amparo (suspensión) por qué andan?’ O sea se debe de respetar”.

“Y yo le comentaba aquí a los vecinos pues que yo estoy nerviosa, triste porque pues… si ya no los detiene eso, ¿quién nos va a ayudar?”

Poco después del mediodía de hoy, martes 28 de mayo, se podía observar a la altura del kilómetro 60 del Libramiento Norte un avance considerable, de aproximadamente 100 metros con respecto a lo intervenido hasta el domingo.

Obra continúa custodiada por elementos de Policía Estatal

Es importante mencionar que la obra también continúa bajo custodia de elementos de Policía Estatal. Incluso, poco después de las dos de la tarde de hoy arribaron a la zona elementos de Seguridad Pública y de Policía Vial; además de vecinos que dicen apoyar la obra quienes, como ya ha sido costumbre, acudieron para impedir el paso a manifestantes.

Lo que de acuerdo con habitantes del poblado, además de amedrentar su libre derecho a la manifestación, ha derivado desde las detenciones del 13 de mayo en una serie de intimidaciones a los pobladores, a quienes incluso se ha prohibido el paso y en ocasiones agredido físicamente.

Entre ellos se encuentra el testimonio de un menor de edad, cuyo nombre omitimos para resguardar su integridad, quien relata uno de estos episodios, ocurrido la tarde del pasado viernes 17 de mayo:

Testimoniante: “Pues de hecho no había pasada por atrás Draexlmaier, y pues mi única pasada es por la carretera, ahí me detuvieron, me esposaron y uno de los trabajadores me dio una patada y me estrelló el celular. […] era por la calle de la Perrera y había dos camionetas de estatales, son las que están vigilando la obra que no quieren que pase nadie por ahí”.

Señal Informativa Lagos: Y ellos ¿qué te dijeron?, ¿Por qué te argumentaron que te estaban deteniendo?

Testimoniante: “Que la moto era robada, que no podía pasar por ahí porque estaban trabajando y pues yo les respondí ‘pues es la única pasada, nomás déjenme pasar por favor’, les dije y me dejaron pasar pero ahí fue cuando me detuvieron”.

Hay que decir que este testimonio se suma a las varias agresiones que recibieron más manifestantes desde el día de las detenciones.