La arquitectura de la escena




Por Jonatan Gallardo

Fotografía: Tania Olmos

“La escenografía para mí y creo que para toda la gente tiene que ser una herramienta para ayudar a crear el espacio. La escenografía no tiene por qué robarle ni restarle importancia a los actores, sino que los tiene que ayudar e impulsar para que sean ellos quienes se luzcan en el escenario”.

Tania Olmos Hernández es oriunda de San Juan de los Lagos, tiene 25 años, una licenciatura en Arquitectura, casi dos años en el Grupo Támara y un mundo de posibilidades por conjugar su carrera con la escenografía y el diseño de espacios en el teatro.

Aunque Tania estaba interesada en formar parte del Grupo Municipal de Teatro de Jalostotitlán, no podía ingresar ya que estudiaba en el Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño en la ciudad de Guadalajara. Fue al culminar sus estudios cuando recibió la invitación del director Juan Martín González para que aplicara sus conocimientos en esta disciplina artística.

Trabajar el diseño de la escena  

Lo que hacen tanto ella como el director es delimitar aquello que se presentará visualmente en escena. Tania propone qué puede funcionar en cuanto a diseño y cómo sería más fácil armarlo, pues una cosa es lo que se quiere hacer y otra la manera en que se va a plasmar en la realidad y sea fácil de trasladar porque no siempre se pisa el mismo escenario.

Si bien ayuda en la creación de los espacios tanto espacialmente como en los planos, vistas 3D y lo relacionado a diseño escenográfico, Tania explica cuál es su proceso de elaboración: “Lo primero es que tenemos que leer el guión, tenemos que saber todos los espacios que vamos a necesitar, tenemos que saber si queremos que sea un solo lugar y que ese lugar se transforme en todos los espacios o crear como pequeños mundos y que cada uno sea aislado del otro, tenemos que saber cuál es la intención que le quiere dar el director: si queremos que sea realista, conceptual, para niños, adultos… tenemos que saber todas las cosas y las sensaciones que queremos crear en el público para saber qué objetos podemos usar, qué podemos proponer o por ejemplo hay obras que nos marcan literalmente la escenografía que tienen que llevar.”

Deformación profesional

La deformación profesional de quienes ejercen sus estudios es evidente, para quienes estudian Letras ver una falta ortográfica les causa conflicto, quienes son nutriólogos revisan los productos y las cantidades que van a ingerir. En el caso de Tania, quien desde hace años ve obras de teatro y asiste a eventos culturales, fue a partir de su ingreso al grupo y su desarrollo en él que empezó a involucrarse en el diseño de espacios y notar detalles que antes pasaba por alto.

“Empiezas a ver diferentes formas de crear espacios y no necesariamente tienen objetos para delimitarlos, sino que lo crean todos con luces; empiezas a aprender de todos los espacios en los que estás todos los días. Y también lo que a mí me ha servido mucho es que como sí trabajo de arquitecto y tengo contacto con muchos materiales, empiezo a relacionar todo lo que hago en la construcción, en mi trabajo de arquitecto de la vida diaria, y cómo todos esos materiales los puedo trasladar al escenario y empiezo a aprender de mi vida diaria”, añade.

En febrero de 2018 cumplirá dos años en el Grupo Támara, donde no sólo ha explorado la arquitectura del diseño de espacios, también reconoce su cuerpo sobre escena pues ha participado como actriz en dos obras: TOC 6 y CRACK, una rota comedia de amor. Y, entre otras cosas, es encargada de comunicación social de la agrupación.