La capirotada: un postre variado y tradicional
Ingredientes de la capirotada casera




Por Gabriela León

La capirotada llegó al tiempo que la conquista; aunque la receta original no es necesariamente dulce, este es un producto tan mestizo como nuestra cultura.

De este budín de endulzantes naturales o dulces curtidos, harina, leche y semillas o frutos, no se sabe con exactitud cuales son sus normas de preparación, ya que encima de ser modificado por las familias del México colonial, actualmente en cada casa la receta varia.

Rosa María de Padilla, o Rosy, quien las prepara de manera comunal, batiendo cinco litros de leche bronca con canela, leche clavel, azúcar, yema de huevo y maizena para la capirotada dulce a la  que se acostumbró su familia desde hace más de 40 años, nos habla sobre la capirotada de leche:

“Es leche, puede ser leche bronca o entera, yo por ejemplo me complico mucho porque hago para toda la familia. Yo empecé a hacer capirotada desde que me casé, pero como en mi casa siempre hacían que las siete comidas de estas épocas de cuaresma”.

 Para hacer la de dulce, Rosy asegura que es muy exagerada, pues a cada capa de pan (que ella compra previamente horneado en la panadería a dos cuadras de su casa), le pone queso de morral o queso adobera, almendras cocidas, pasas, los dulces de alegría y su respectiva cantidad (abundante), de lo que ella llama crema, aunque es mejor conocida como leche o atole de capirotada.

 “Empecé a hacerla, a ver tips, todavía quise superar a mi padre y a mi madre, pero no termina ahí la cosa, eh, porque ya al último le pongo a la última capa, a la que se va a ver, le pongo otra de pasas, le pongo tambien nuez, le pongo piñones, coco y le pongo biznaga”.

 Con ayuda, Rosa María de Padilla tarda dos horas en hacer cada tipo de capirotada, además, entre pláticas comenta que al ser tan común en el municipio, este postre ya está muy industrializado y ya no se prepara tan tradicionalmente como antes, aunque este no sea el caso.

“Como yo les digo, como no se trata de vender entonces sean generosos, no vamos a venderlas verdad, yo creo que me gusta exagerarle a los sabores. Yo creo que todo mundo la prepara a su gusto y a sus posibilidades, ¿verdad? porque sí sale cara hacer la de dulce, tan sólo el piñón me sale a mil 200 pesos el kilo”.