Por Luz Atilano

Como lo dieron a conocer diversos medios de comunicación del estado a finales del mes de marzo, la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) señaló que mientras no se resuelva el tema judicial la determinación oficial hasta el cierre de la actual administración será la construcción de la cortina de presa El Zapotillo a 80 metros de altura, y no a 105, como lo han pretendido los sectores empresariales.

Lo que, en resumen, significa que sólo hasta que el nuevo gobernador de Jalisco asuma el cargo podrá emitirse una nueva resolución y dar continuidad o no a este proyecto con una u otra altura, confirmando o no la inundación de tres poblados alteños para abastecer de agua potable a León Guanajuato, a la Zona Metropolitana de Guadalajara y a la región de los Altos de Jalisco.

De acuerdo con Guadalupe Espinoza Sauceda, activista, abogado e integrante del Comité Salvemos Temacapulín, Acasico y Palmarejo, esta nueva declaración de la autoridad no representa más que una pausa al caso. La lucha continuará:

«No pues seguimos luchando, no nos la creemos eso que dice la CONAGUA. La tomamos como una declaración más, pero seguimos defendiendo, seguimos los juicios, seguimos reuniéndonos, seguimos luchando y todavía no termina esta historia, creemos que todavía va a durar más. […] Como una pausa, nada más como una pausa dado el clima electoral en el que estamos inmersos… este un año electoral, entonces creemos que también tiene una carga política la decisión», señala.

No obstante, enfatiza el activista, aun con esta decisión temporal de CONAGUA, la situación no se inclina del todo a favor de la lucha de los tres poblados, pues de hacerse válida la construcción de la presa a 80 metros durante la administración 2018-2024, sólo Temacapulín se salvaría de ser inundado.

«Para nosotros tampoco es una opción a 80 metros, dado que sólo se salva Temacapulín a 80 metros, tendría que ser un llenado a menos altura para salvar los tres pueblos… y en esa situación estamos ahorita: luchando para salvar los pueblos. […] Hay un convenio de 2005 que dice cierta cantidad para Guanajuato, y el convenio de 105 metros también tiene la misma cantidad de agua para Guanajuato… pero ese convenio ya se echó abajo en la Suprema Corte. Entonces (aún) queda vigente el de 2005, que es una altura de cortina 80 metros, pero para que (sólo) sea agua para la Zona Metropolitana y Los Altos, pues tiene que modificarse el convenio para quitarle agua a Guanajuato y eso es lo que no se ha hecho. Muchas declaraciones, pero pura declaracionitis», añade Espinoza Sauceda.

En definitiva, comparte, la lucha continuará hasta lograr su objetivo esencial, buscando más allá de atender el aspecto económico, la clara violación de derechos ambientales y sociales a los pueblos de Temacapulín, Acasico y Palmarejo, pugnando por hacer válido el derecho a la participación y consulta y por una mayor democratización de la toma de decisiones públicas.