Por Gabriela Arreola

Sin importar el aumento al salario mínimo de 84 pesos con cuatro centavos a 88 pesos con 36 centavos que entró en vigor el pasado primero de diciembre, la economía de las familias mexicanas no se encuentra en la mejor situación. Aunque la época de fin de año se caracteriza por contar con ciertas celebraciones en las que suele gastarse una cantidad considerable de dinero, probablemente en esta ocasión, las familias tendrán que prescindir de algunos artículos o alimentos, ya que, de acuerdo a algunos sitios de información en internet como Aristegui Noticias, en la primera quincena de noviembre los precios de productos y servicios aumentaron de manera general 0.92%.

No basta el aumento de 8 pesos

Fue el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) el que arrojó de primera mano esta información; sin embargo, los medios que hicieron eco de estos datos aseguraron que los precios de algunos productos como pollo, leche, frijoles, huevo, jitomate y cebolla se incrementaron. De igual manera, los combustibles como el gas LP y servicios como la electricidad subieron de precio.

El doctor José Dávalos Morales, especialista en derecho laboral y economía, profesor de la UNAM desde hace 48 años, en esta ocasión opina acerca del aumento al salario mínimo de cara a las festividades de diciembre.

«Con 88 pesos y 36 centavos, ¿qué va a poder alcanzar a comprar un trabajador?, yo creo que este aumento pega en contra de los trabajadores, en contra de sus derechos humanos, porque el salario debe permitir satisfacer las necesidades personales del trabajador y de su familia, las necesidades básicas como lo dice el artículo 123 constitucional. De ninguna manera está sirviendo para cubrir las necesidades básicas de un trabajador y de su familia. Con ocho pesos 32 centavos de aumento, ¿puede el trabajador esperar una buena navidad, una feliz navidad? eso no es posible».

Estirar el dinero y hacer milagros

Por su parte, las mujeres encargadas de las labores domésticas en Lagos de Moreno, hablan acerca de la economía familiar para fin de año y dan cuenta de cómo se puede ahorrar en esta época.

«A veces yo les digo que no es necesario comprar juguetes lujosos, mejor evitarlo y comprarles ropa o zapatos. Nosotros comemos lo que se puede hacer /Si no hay lo tradicional, como comprar el dichoso pavo, pues ahora sí que comer lo que normalmente comentos, y el chiste, yo pienso que es la unión familiar. /Creo que nos va a rendir un  poco más el dinero si lo hacemos nosotros que comprarlo hecho. Hacer una cena no tan costosa».

Algunas medidas para estirar el dinero y cuidar de él en esta época podrían ser las siguientes:

Establecer un presupuesto para comidas y regalos, y apegarse a él.

En cuanto a las comidas, planearlas con antelación y hacer listas para comprar sólo lo necesario.

Buscar ofertas o comprar alimentos de temporada y tradicionales.

Apoyar la economía local comprando por ejemplo en el Mercado grande o chico y en las fruterías y carnicerías de la ciudad.

La cena navideña o de año nuevo puede ser «de traje», es decir, que cada familia o integrante coopere con algo.

Se pueden comprar algunas cosas para las cenas por adelantado, se recomienda hacer lo mismo con los regalos.

Tratar de que no queden sobras de los alimentos y si las hay, consumirlas después.

No regalar a los niños aparatos tecnológicos, sino juguetes que sean de calidad y que no representen un gasto excesivo. Una recomendación es volver a los juguetes tradicionales mexicanos, por ejemplo, a las afueras del Mercado Grande pueden encontrarse algunos de estos ejemplares.