Seminario de Cultura: difusor de la ciencia y defensor del patrimonio edificado




Por Paúl Martínez Facio

El Seminario de Cultura Mexicana es un órgano descentralizado de la Secretaría de Educación Pública, fundado en los años 40 con la función de difundir la ciencia y la cultura a lo largo y ancho del país, a través de sus seminaristas, también llamados misioneros y las diferentes corresponsalías.

Aunque su función principal es la de difundir y gestar eventos de carácter cultural, principalmente de corte artístico o científico, entre algunos de los elementos que también forman parte de los intereses de este organismo, se encuentra el de cuidar el patrimonio edificado.

“No nada más en literatura, escultura, pintura, sino también la parte del patrimonio arquitectónico, para nosotros dentro del seminario es muy importante poner nuestro granito de arena para que se conserve. Como miembro del Seminario, también nos preocupa, en este caso yo como arquitecto, la conservación del patrimonio edificado aquí en nuestra ciudad, que es parte del bagaje cultural”, señala el arquitecto Acrisio Moreno, actual presidente de la corresponsalía del Seminario en Lagos.

Ha sido en este sentido en el que algunos de los actuales miembros se han manifestado respecto a las afectaciones producidas en el templo del ex convento de La Merced, en el centro de este municipio.

“Hace poquito aquí en el templo de La Merced, abrieron de manera clandestina una puerta para dar acceso a unos baños, nosotros como Seminario de Cultura Mexicana, decidimos intervenir de una manera pacífica y con argumentos. Nosotros platicamos dentro del seminario de este caso y decidimos tomar la iniciativa, de hacernos escuchar por las autoridades competentes en este caso, lo único que hacemos es alzar la voz y hacer una observación”.

Dentro de las atribuciones que tiene la Corresponsalía del Seminario de Cultura Mexicana en Lagos de Moreno, no están las de tomar acciones directas o establecer sanciones, sino que en estos casos se limitan a actuar como cualquier otro ciudadano pudiera hacerlo, es decir, en tanto una obligación cívica. Sin embargo, dado su carácter de especialistas, su opinión no deja de tener un peso específico. El arquitecto ofrece su opinión al respecto de la obra llevada a cabo en el templo del ex convento:

“En cuanto a la afectación, está modificando un edificio que está catalogado como patrimonio arquitectónico de Lagos y de la nación, y si de eso hacemos caso omiso, inclusive lo justificamos o le damos carpetazo como luego dicen, esto nos va a dar pie a que luego se sigan haciendo modificaciones no sólo en edificios sino también en casas que tienen valor patrimonial, si van a decir, ‘en el templo permitieron hacer eso, pues en mi casa van a permitir eso y mucho más’ y poco a poco se va a ir perdiendo ese patrimonio del cual nos sentimos tan orgullosos”.

Así, aunque actualmente la obra se encuentra clausurada por parte de la Dirección de Desarrollo Urbano, es importante que no se dé por cerrado el tema, pues como comparte el arquitecto, cuando hablamos de patrimonio edificado no sólo nos referimos a los edificios monumentales, sino a todo el conjunto de construcciones que completan este paisaje arquitectónico.