Santa Elena, barrio de huertas y conocido por su tradición




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Por Tatiana Sánchez

Inicios: Historia y trazos  

De acuerdo con el cronista laguense, Ezequiel Hernández Lugo, la historia del barrio de Santa Elena se remonta a la época de la conquista de México, cuando las tropas de españoles se dirigían al territorio del norte en busca de minas de oro y de plata.

Santa Elena se encuentra asentada en el Camino Real de Tierra Adentro y luego de haberse fundado la Villa de Santa María de los Lagos quedó fuera de la traza urbana; aunque eso no le restó importancia, por el contrario fue un lugar importante debido las hectáreas de huertas y al trabajo de su gente.

“Lo que es el barrio de Santa Elena, considero que los terrenos es el barrio más antiguo de Lagos de Moreno, ya como población nació después de la fundación de Lagos pero su trazo es más antiguo, porque nació al calor del Camino Real de Villas que cruzaba la recién fundada Villa por Hernando de Martel en mil 563”, comparte Hernández Lugo.

Se estableció en la otra banda del rio, en terrenos húmedos y arenosos que hacían posible el cultivo de todo tipo de árboles frutales, así como de cultivo de maíz, sandia, jícama y camote. Hoy en día, se puede apreciar aún algo de las huertas en los terrenos de la Quinta San Ignacio, que por muchos años fungió como mesón y refugio para viajeros y visitantes de la Villa.

Sus huertas, que debieron haber estado muy bien implementadas, pues cuando en los grandes temporales de lluvia el rio se desbordaba, la gente que venía hacia el Norte tenía que quedarse de aquel lado, en lo que es el barrio de Santa Elena… por lo que debió de haber existido fincas, de la más antiguas es hoy la huerta San Ignacio, eso era una especie de mesón, yo llegué a conocer la noria que abastecía de agua el establecimiento y también cimientos de grandes bebederos para bestias, donde metían digamos a darles agua a los caballos, a los bueyes que jalaban las carretas y las diligencias que se quedaban ahí”.

Festividades, tradiciones y personajes importantes

Quinta San Ignacio

Santa Elena, como todos los otros barrios de Lagos de Moreno cuenta con festividades, tradiciones y personajes importantes que a lo largo del tiempo le han dado vida y realce a su historia.

“Los que vivimos en Santa Elena podemos ver varias épocas: una, la vida en Santa Elena en la cuaresma, que concluye con la festividad del viernes de Dolores en el templo de El Pirulito. Más para acá, otra época importante ahí son las huertas, ¿a qué huertas iban los laguenses?, a Santa Elena. (Otra) El coleadero y el Lienzo (Charro). Algo también muy importante aquí en lagos fueron las pastorelas, es otra cara de Santa Elena… las pastorelas. Y el (antiguo) trazo al camino a la Unión (de San Antonio)”.

La festividad más importante en el barrio es la celebración a virgen de Santa Elena, el 18 de agosto. Además, está el día del Coleadero, que toma la fecha en el último domingo de las fiestas de agosto, una vez que culmina el festejo del Señor del Calvario. Esta tradición conjugaba la charrería en el lienzo charro y el convivio familiar con música, como los famosos ´Periquitos´ y las bandas musicales que se apoderaban del camino hacia la forestal. En ella, cientos de familias disfrutaban de un rato ameno y aprovechaban para comprar los productos de las huertas y hortalizas que ofrecían los vecinos del barrio.

Las señoras se iban con sus cubetitas, sus picos para cortar los nopales, para bajarlos y se los traían y acá los pelaban y a venderlos, era algo más de la vida del vecino de Santa Elena: buscarse un ingreso más para la familia. Ya cuando fueron cambiando los cultivos se convierten en comerciantes camoteros”.

Por otro lado, el señor José del Carmen López, vecino, menciona algunos personajes que han quedado en la memoria del barrio:

Una señora que con un carrito vendía dulces en la esquina donde nace la hoy carretera a la Unión, todo el día vendía dulces Doña Paulina. Y en otra casa Don Pancho Hernández, él tenía una huertita por allá por el arroyo… traía mucha fruta y la vendía. A Don Pancho la gente le decía Pancho ´La Recua´. Una viejita, ella vendía cacahuates, hacía sus tendidos en petates para que se asolearan, luego los remojaban, luego en comal cacahuate tatemado. Rosario López, se iba con su carrito de camote, Felipe Hernández Martínez, el dueño de la huerta San Ignacio, una señora también muy respetable de toda la gente, Petrita”.

Tradiciones que perduran

Entre las tradiciones que todavía se practican en aquel barrio ubicado del otro lado del rio, se encuentran las pastorelas organizadas por vecinos desde mediados del siglo XX; la quinta San Ignacio y por ende la huerta frutal que hasta la fecha ofrece frutos diversos en todas las épocas el año; así como El Coleadero, pues a pesar de que ya no existe el lienzo charro se sigue llevando a cabo cada año.