El pensamiento inmortalizado de Agustín Rivera por la escritura




Por Paúl Martínez Facio

Viaje a las ruinas del Fuerte del Sombrero es quizá la obra más reconocida del pensador laguense, Agustín Rivera y San Román, publicada por primera vez en 1875, reeditada luego en al menos un par de ocasiones, la más reciente, en 2017 por el sello editorial del Centro Universitario de los Lagos, en participación con el Colegio de Jalisco.

Esta última edición, prologada y editada por el Doctor en Historia, Jaime Olveda, ofrece de entrada un comentario crítico en el que, se advierte al lector, sobre los vicios narrativos del autor laguense. Apuntes que sin duda serán de utilidad al estudioso de la historia, para dimensionar, revocar o hasta corregir los datos objetivos que Agustín Rivera pudiera haber ejercido, en su condición de historiador del siglo XIX.

Viaje a las ruinas del Fuerte del Sombrero no se queda en la descripción histórica del hecho, sino que aborda, desde una perspectiva que el mismo Rivera asume como peligrosamente cercana en el tiempo, a la conformación familiar y las relaciones profundas de los personajes involucrados en los relatos.

Al respecto, Mario Gómez Mata, cronista de la ciudad y experto lector del libro de Rivera, comparte lo siguiente:

“Ayuda incluso a reconstruir relaciones de familias, todas esas personas de que él habla, eso nos conduce a reconstruir toda esta red de familias que estuvieron involucradas en la Guerra de Independencia, tanto del bando conservador, como del insurgente, porque felizmente, Agustín Rivera, hizo un poquito al lado la historia de bronce, y también dedicó páginas a documentar parte de la historia de realistas, quiénes eran. Hizo una lista de realistas y una de insurgentes, bueno, en algunos casos le falló, por ejemplo documentó como insurgente a Nazario Díaz del Castillo, pero en realidad él fue realista”.

El mismo Jaime Olveda ya nos habla en el prólogo a esta edición de las posibles erratas, voluntarias o inconscientes, que la obra de Rivera pudiera tener; sin embargo, más allá de esto, las crónicas conjuntadas en este volumen dan muestra de la calidad erudita de la producción de Rivera y San Romám, misma que se enriquece a través de notas y observaciones que incluso rayan en la descripción antropológica.

“La calidad erudita de sus escritos, siempre enriquecía también, con notas al calce, muchas notas al calce, que profundizaban sobre la vida tanto de una persona, pero también sobre las costumbres de la época. Gracias a él sabemos cómo cambió el uso del pantalón aquí en Lagos. Agustín Rivera, a través de esos relatos, en su Viaje a las ruinas del Fuerte del Sombrero, nos describe hasta los pájaros azules que había en la Sierra de Comanja y qué aún están ahí”, añade Gómez Mata.

Rivera, y así lo informa ya en la introducción a su obra sobre los distintos intereses que puede despertar en quienes se aproximen a su lectura, para su primera edición, expone ya que dentro de los relatos ahí escritos, conjugaba elementos de interés nacional, de interés meramente local y otros que quizá pudieran ser de interés, sólo para los familiares, del propio Rivera y de los personajes recogidos en la obra.

Al tiempo, la obra sigue ofreciendo lecturas diferenciadas, tanto para aquellos interesados en el aspecto histórico, de lo cual hemos hablado con anterioridad, como para quienes, originarios de la región, deseen enriquecer su bagaje, a través del reconocimiento histórico de los parajes y sitios de los que nos habla, o incluso para aquellos que asuman la lectura de Rivera como un recorrido geográfico, un itinerario trazado desde la mente del pensador laguense. El maestro Mario Gómez, dibuja al menos dos opciones para los interesados:

Para aquellos que conocen la geografía sobre la que se narra, nos dice:

“Para quienes son laguenses, que han recorrido la Sierra de Comanja, las ruinas del Fuerte del Sombrero, es indudable que van a disfrutar como nunca el Viaje a las ruinas del Fuerte del Sombrero, la geografía histórica te da esa verdadera dimensión y disfrute de las letras, en este caso de Agustín Rivera”.

Y para quienes acepten el desafío propuesto por Rivera, apunta:

“Si no conocen la Sierra de Comanja, antes de que dios los recoja de esta vida, tienen que ir a la Sierra de Comanja, al pueblo de Comanja, recorrer el camino real de Lagos a Comanja, y escuchar, ver la flora, la fauna, las calles y van a disfrutar como nunca la obra de Agustín Rivera”.

A 143 años de que se editara por vez primera el Viaje a las Ruinas del Fuerte del Sombrero, el departamento editorial del CULagos y el Colegio de Jalisco ponen de nueva cuenta al alcance del aficionado a la historia de Lagos, de la Región y de México, el pensamiento inmortalizado de Agustín Rivera, un historiador que si bien corresponde a la llamada Historia de Bronce de los grandes héroes, también ofrece una lectura erudita, sobre las costumbres, la gente común, la flora y la fauna del Lagos de Moreno del siglo XIX.