No sólo las ciencias duras aportan al desarrollo de la humanidad




Por Gabriela Arreola

La maestra Yamile Arrieta Rodríguez nació en Cuba, en la zona central denominada Sancti Spiritus. Hace algunos años, en 2011, por razones personales migró a Lagos de Moreno, y un año después de haberse instalado en la ciudad, ingresó al Centro Universitario de los Lagos como profesora de asignatura.

Pasión por la literatura y la influencia cultural de las familias

Ella es licenciada en Filología y maestra en Desarrollo cultural comunitario. Realizó tales estudios en su país natal y aunque sus planes no eran dedicarse de lleno a la literatura y a los proyectos de intervención en las comunidades, con el tiempo se convenció de que ese era el camino a seguir:

“Inicialmente me gustaba mucho la arquitectura y la ingeniería civil, y cuando comencé mi carrera de Filología me interesaba en un segundo año hacer cambio para arquitectura. De hecho, me presenté a hacer los exámenes, pero a medida que fui avanzando en la licenciatura en Filología me fue apasionando este mundo de la literatura, que ya desde antes yo tenía hábito de lectura, y decidí quedarme en mi carrera”.

Desde el momento en que terminó su formación profesional tuvo una vinculación con el mundo del arte y de la literatura, en el país caribeño estuvo por mucho tiempo a cargo de diversos centros culturales que se encargaban de promover la riqueza cultural de la isla.

Entre narradores, poetas y pintores

También en Cuba fue donde dedicó parte de su tiempo a desarrollar investigaciones sobre grandes escritores y artistas:

“Mientras estuve en Cuba investigué mucho sobre literatura, crítica literaria, por ejemplo: la identidad latinoamericana en la obra de Alejo Carpentier, Los pasos perdidos o Viaje a la Semilla de Alejo Carpentier. Estudios de la obra de un pintor, Rogelio Valdivia Aquino, que nació en la ciudad de la que yo soy originaria. También trabajé la obra poética del grupo Orígenes y dentro de ello a Eliseo Diego; implementé algunos proyectos de trabajos comunitarios en escuelas primarias y ya después durante la maestría trabajé el tema de la familia porque es un tema que me apasiona desde la función social”.

Arrieta Rodríguez indica que el trabajo que se realiza en el área de las ciencias sociales y de las humanidades aporta demasiado al mundo y al ser humano; es una idea errónea pensar que sólo en las ciencias duras o exactas se hace investigación.

“Yo le doy mucha importancia a las investigaciones literarias, o a las investigaciones dentro del mundo de las humanidades. Las investigaciones literarias nos permiten a nosotros establecer una comunicación directa con autores o con corrientes literarias, o establecer estudios desde el punto de vista comparativo de la literatura y nos permite también ponernos en contacto con todo este universo que no sólo se da en la literatura, sino que también se da en la plástica, se da en la arquitectura, en la música. Yo creo que no solamente las ciencias duras son las que realmente aportan al desarrollo de la comunidad o de la humanidad, yo pienso que también desde el punto de vista de las humanidades aportamos”, señala.

Sobre sus experiencias al formar parte del capital humano del CULagos, dice que se siente muy orgullosa, y aunque ha requerido mucho esfuerzo y estudio, los compañeros y alumnos han sido solidarios y la han apoyado en todo momento.

Por otra parte, el estar al frente de la Unidad Editorial ha representado para ella una experiencia sumamente enriquecedora, pues nunca había estado en un puesto similar. Dice que le ha permitido aprender y conocer a creadores y escritores dentro y fuera del CULagos.