Recipientes afuera de domicilio en Cristeros

Por Luz Atilano

Vecinos de la parte alta de colonia Cristeros, una de las más pobladas de la cabecera municipal, se enfrentan a una extrema carestía de agua desde hace más de un mes. Y es que si bien señalan que este ha sido un problema constante sobre todo en los últimos meses, la situación se ha agravado durante las últimas semanas.

Compartimos a continuación, algunos de sus testimonios:

“Yo creo ya para un mes que no tenemos agua”.

“Sí, es que esto ya es desde diciembre, desde primeros de diciembre para acá nos está faltando muchísimo el agua. Antes sí batallábamos pero creo que ahora es peor. El otro día vino el presidente y le presentamos nuestra queja y nuestra problemática y pues nos dijo que no servía la bomba o que se había derrumbado el pozo de acá de abajo pero pues igual pienso que tenemos nuestro pozo y que no debería estar pasando esto. De verdad que nosotros tenemos nuestro baño adentro, casi pegado con la cocina, de verdad que hay veces que no se soporta ni el olor del baño y estamos comiendo ahí, porque no tenemos absolutamente nada qué echarle al baño”.

“Pero esto no es un problema de ahora, es un problema de hace años, desde que yo me acuerdo, lo que es esta época que es de los calores, no tenemos nunca agua, es raro que nos echen agua, hasta una vez a la semana, o al mes… pero siempre estamos batallando por lo mismo. Y siempre que se quemó la bomba, que se quemó la bomba, y no salen de lo mismo”.

“Mi hija, que se va a trabajar, tiene que comprarse su garrafón para poder bañarse e irse a trabajar, es injusto que tengamos que estar comprando hasta para bañarnos, teniendo aquí el servicio, pues yo pienso que no necesitaríamos. Estamos bien fregados y luego ¿todavía tener que estar comprando agua?”

“No sé qué están esperando para solucionarlo, o quieren que vayamos a lavar a la plaza, a lo mejor eso es lo que esperan ellos”.

“Uno compra hasta garrafones de agua para bañarnos y creo que no se vale. había muy buena agua, no batallábamos tanto y ahora que quince días, que porque van a poner un pozo… y resulta que nada”.

“Y pues (tenemos) que andar acarreando agua de las otras cuadritas y a veces no nos quieren dar, a veces hace caras la gente”.

“La otra semana sí cayó dos veces pero un chorrito, sí alcanzaba a llenar mis tambos pero no es lo suficiente con ese chorrito”.

“Tenemos un friego sin agua, ya como unos cuatro meses, yo creo”.

La escasez parece responder a múltiples fallas en el pozo de la zona; pero a ello se suma la poca coordinación de la autoridad municipal para abastecer por medio de pipas, pues de acuerdo con algunas vecinas de la colonia, aunque este servicio acude diariamente para sobrellevar el problema, no es suficiente para dar abasto a todas las casas y su reparto no es equitativo:

“Vienen las pipas y dejan agua pero no es la suficiente que uno ocupa, porque al parecer el presidente vino el sábado y que van a hacer un pozo pero pues de todos modos de aquí a que hagan el pozo pues estamos batallando mucho de agua y pues a las que les toca suerte verlos o que tienen en que llenar, pero hay muchos que no”.

“Nosotros que trabajamos pues ni tiempo tenemos de agarrar agua (de las pipas), todo el día estamos trabajando, cuando llegan y  pues luego ya cuando llegamos ya no hay, ya se fueron las pipas. No alcanzamos nada y pues ocupamos para lavar y todo”.

“La pipa viene de las 10 de la mañana a las 12 o 1 de la tarde y ya no regresa. Yo he hablado muchas veces a las oficinas y me contestan que le hablaron al ingeniero y que va a mandar tres o cuatro pipas, cuando nada más hay una. Y me he arrimado con el señor a decirle ‘¿sabes qué?, en tal calle no hay...’ y dice ‘A mí si no me dan la orden yo no voy a llegar’, y ellos se limpian las manos con decir que mandan las pipas y que la gente no sale  a pedirla. Obvio que si no saben no van a estar todo el tiempo en la calle, esperándola”.

“Mandan las pipas, nos la cobran… o inclusive se pasan y no nos dan nada de agua y creo que no se vale”.

“Pues nomás nos dejan con los botes allá afuera que van a venir… Ayer vinieron pero nada más por la calle de ahí y nada más le echaron a la señora de allí”.

Buscando llenar sus recipientes más amplios cuando acuden las pipas del Ayuntamiento, pues una gran parte de los vecinos en la zona no cuenta con tinaco o aljibe; imposibilitados para realizar las tareas más básicas del hogar y de higiene personal como bañarse, lavar el sanitario, los trastes, etcétera; y además padeciendo de prácticas indebidas de algunos empleados municipales, los vecinos de la parte alta de Cristeros permanecen a la espera de que se regularice el servicio de agua potable.

El pozo con el que se abastece a Cristeros también atiende a San Pedro, La Perla y parte de Jacales: por eso no alcanza, dicen. Y aunque el presidente municipal visitó la colonia el sábado pasado y aseguró la construcción de un nuevo pozo, mientras esto ocurre, el problema continuará.