Por Luz Atilano

Con las lluvias más fuertes de este verano se hizo evidente la poca o nula calidad con la que se realizó la obra de ampliación a cuatro carriles de la Avenida Democracia.

Hay que recordar que desde su inicio en septiembre pasado, vecinos y comerciantes de la zona calificaron la obra como innecesaria e insistieron en que ésta presentaba  graves irregularidades como, entre otras, la falta de una señalética adecuada, la incorrecta inclinación de las pendientes de calles aledañas y de rampas para discapacitados, la poca consideración con los peatones y su incapacidad para dar cauce a las aguas pluviales.

Se requería un proyecto integral para la obra

Cuestiones completamente acertadas, según el arquitecto y especialista en desarrollo urbanístico, Luis Octavio Martínez Cruz:

“Pues es una avenida vial que realmente no resolvió de manera acertada muchas cuestiones y con este periodo de lluvias, pues obviamente hubo entrevistas en donde afirmaban que la obra estaba perfectamente calculara para resolver cualquier inclemencia climática, pero bueno ya vimos que a fin de cuentas no lo resolvió de manera acertada… se convirtió en una presa donde varios vehículos ahí corren el peligro de quedarse ahí literal en medio de la lluvia porque está el nivel del agua bastante alto y pues son varios millones que a mi parecer se tiraron a la basura”, opina.

En este sentido, Martínez Cruz indica que en la obra no se contempló un proyecto integral que diera verdaderas soluciones a problemas viales. Además de que, si bien la avenida requería ensanchamiento, éste no se hizo como debiera ni fue correcta su realización por etapas.

“Es necesario que hagan proyectos integrales. La Avenida Democracia sí requería un ensanchamiento pero no como el que hicieron porque a fin de cuentas son, ¿qué te gusta?... 250 metros lineales de pavimento en los cuales resuelves una necesidad de 20… no estás ni siquiera abonándole en una gran cantidad al problema. […] Y sí es necesario, como decía, que se haga un proyecto integral, pero que no se haga en una, dos o tres etapas, o sea que le inviertas ahí los millones que necesitas y obviamente que le inviertas los millones sin menospreciar la calidad de la obra”, añade.

De acuerdo con el arquitecto, para beneficio de la población, es necesario que se realice un estudio vial en la avenida para determinar en qué puntos son viables los cuatro carriles y en cuáles por su anchura sólo se pueden tener tres.

Además, señala que sobre todo en este tipo de obras se requiere hacer una consulta pública tanto con usuarios como con especialistas colegiados en la materia, evitando así trabajos que incluso llegan a violar el derecho de la población a su seguridad personal, al tránsito y al patrimonio vehicular; y por otro lado, combatiendo prácticas de corrupción, pues como es sabido, una de las partidas presupuestales que más se explotan para intereses personales y políticos, es la de las obras públicas.