Salud.

Existen rangos de seguridad marcados por la OMS e investigadores que lo avalan

La vigorexia es un trastorno mental en el que la persona se obsesiona por su estado físico hasta niveles patológicos. El individuo tiene una visión distorsionada de sí mismo. Esta conducta se caracteriza por realizar una actividad física extrema, incluso abandonando las relaciones sociales y descuidando otros aspectos de su vida, para dedicarse todo el tiempo a entrenar. Álvaro Gustavo Valdivia Orozco nutriólogo y profesor de asignatura del Centro Universitario del Norte (CUNorte) en su sede de Guadalajara, abunda en el tema:

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“Vigorexia es un trastorno, digamos de tipificación de la imagen de una persona, en la que lo que quiere es hacer mucho ejercicio para compensar esa necesidad de tener una imagen que desea o que cree que tiene ¿no?, entonces es una persona que hace mucho, mucho, mucho ejercicio.

Con el afán de aumentar masa muscular, esta adicción al ejercicio puede llegar a acompañarse de una ingesta exagerada de proteínas y carbohidratos, agregó el especialista también adscrito al Departamento de Crecimiento y Desarrollo del Centro Universitario de Ciencias de la Salud.

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“Digamos, una persona que desea hacer mucho ejercicio, por tener ese trastorno en la concepción de la propia imagen, también es una persona que persigue mucho la alimentación correcta y las personas que tienen mucha necesidad a hacer ejercicio, o este trastorno también tienen esa gran necesidad  de aumentar la masa muscular y bueno, aunado al aumento de la masa muscular existe el mito  de que la proteína es una necesidad muy marcada en la alimentación humana y pues consumen mucho, mucha proteína, excesos muchas veces”.

La Organización Mundial de la Salud recomienda la ingesta de proteína en un rango de 0.8 hasta 1.8 gramos por kilo de peso, al día, por lo cual no hay necesidad de ingerir proteínas extra, ya que naturalmente, las legumbres, carne, leche, pescado y algunas frutas y verduras las contienen y son alimentos que proporcionan las cantidades adecuadas, aseveró el entrevistado.

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“Una persona que hace un poco más de actividad física que sí tiene un desgaste físico más alto, sí requiere un poco más de proteína que una persona sedentaria o una persona que no hace ejercicio, pero siempre hay unos rangos de seguridad que están marcados por la OMS y por muchos estudios que recomiendan cierta cantidad de proteína para cierto nivel de deporte digamos, o cierta cantidad de deporte y de ahí el hecho de que consuman un poco más de proteína. Aunado a esto también está la industria de los suplementos que es una industria millonaria, que le interesa mucho que esto se venda y bueno, a raíz de esto han surgido otros estudios que a veces favorecen mucho al consumo de proteína, pero no es recomendable ni hay nada que sustente que debe de consumirse más de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud”:

Por su parte el psicólogo Víctor Osvaldo Orozco Estrada, académico del Departamento de Psicología Básica del CUCS, coincide con el nutriólogo y añade que esta conducta puede causar afecciones a la vida social, física o laboral del individuo por solo enfocarse en hacer ejercicio y en lograr el cuerpo que desea a costa de cualquier cosa.

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 “Se caracteriza por personas que se enfocan en altas horas y ejercicios intensos por una duración prolongada, además también del consumo de diferentes sustancias, anabólicos o algunas situaciones que van afectando su vida laboral, de su círculo sociales e incluso familiares.

Sobre todo cuando está relacionado el ejercicio como una forma de fortalecer el propio autoconcepto, lleva a las personas a buscar musculaturas de forma brutal, lo cual lleva al consumó de proteínas, anabólicos e incluso algunas sustancias que pueden llegar a ser consideradas prohibidas y que afectan de forma impactante el cuerpo de la persona”.

Orozco Estrada agregó que además de los problemas físicos también se pueden presentar los psicológicos y llevar al individuo a padecer otros trastornos.

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“Esta situación está relacionada con trastornos como el trastorno dismórfico corporal, que tiene que ver precisamente con una percepción alterada de lo que es el cuerpo, la estructura corporal y también relacionada con el trastorno obsesivo compulsivo en donde la persona puede desarrollar la necesidad de estar haciendo ejercicio, haciendo ejercicio a altas horas de la noche o incluso tener unas distorsiones cognitivas en donde tenga la visión de que mientras más ejercicio se haga o más sustancia se consuman, la persona va a llegar a cubrir esa necesidad que en ocasiones puede llegar a ser una cuestión afectivo emocional”. 

Al dialogar con algunos entrenadores de gimnasios sobre el uso de proteínas y su opinión sobre la Vigorexia, estos explican que lo ideal es que el individuo realice actividad física conforme a sus condiciones y que si se tiene una alimentación sana, no hay necesidad de ingesta extra de proteínas.

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Radio UdeG: —José ¿y tú como entrenador puedes recomendar proteínas a cualquier tipo de persona o es nada más a deportistas extremos, a fisco culturistas, a quien de alguna manera quiere ganar peso corporal, o cualquier persona las puede estar consumiendo?

Entrenador 1: —Cualquier persona las puede consumir, esas no tienen ninguna contradicción, la única contradicción es que si uno realiza una alimentación balanceada que cumpla los requerimientos que necesita el cuerpo, de proteínas así como de hidratos de carbono y lípidos en el día, no es necesario de consumir esos tipos de alimentos ¿por qué? Porque un cargo extra sería un trabajo extra al cuerpo, esto no quiere decir que te valla a dar mal, pero también, si no lo necesitas y le estas dando lo que el cuerpo necesita para que hacer un gasto extra.

Entrenador 2: —Si la persona puede económicamente comprar sus proteínas o depende lo que quiera, su objetivo de venir al gimnasio no es necesario comprar las proteínas pero pues depende de la persona; no hay ningún inconveniente si no se consumen, solo dependiendo, digamos, si eres alguien que quiere ir a una competencia de cualquier deporte, las proteínas son un complemente no necesario, pero sí te ayudan mucho al rendimiento físico. 

Además se enfrentan a la problemática de que los jóvenes, particularmente hombres, solicitan una rutina más extrema o el consumo de proteínas con el afán de obtener más rápido el cuerpo deseado, explicó un entrenador.

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Entrenador 1: —Por lo general son los hombres, los hombres son los que tienen más la obsesión por tener un cuerpo atlético, entonces batallamos mucho, son personas de entre los 18 a 25 años y es difícil dialogar con ellos porque no nos creen; ellos piensan que nosotros les decimos porque como ellos creen que no queremos que lleguen a estar como los entrenadores, pero la cuestión no es esa, la cuestión es que no lo necesitan.

Radio UdeG: —De alguna manera entonces ¿una persona que se está alimentando adecuadamente no requiere ningún tipo de proteína extra?

Entrenador 1: —Para nada que requiere proteína extra.

De acuerdo al artículo 215, fracción V,  de la Ley General de Salud, las proteínas y suplementos son productos a base de hierbas, extractos vegetales, alimentos tradicionales, deshidratados o concentrados de frutas, de vitaminas o minerales, que se pueden presentar en forma farmacéutica y cuya finalidad de uso es incrementar la ingesta dietética total, complementarla o suplir algún componente.

Su venta está permitida y la avala la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), siempre y cuando se haga de forma legal, explicó Rodolfo Froylan Carrillo, coordinador regional de la Coprisjal.

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“Este tipo de productos se venden de hecho a nivel nacional, hay incluso una información pues podemos llamarla oficial que revela que ocho de cada diez mexicanos, el 80 % hace consumo de este tipo de productos entonces, pero en muchas de las ocasiones es auto medicado, esto genera pues que haya o se origine un sin número de establecimientos pues como te decía no solamente en la zona; a nivel nacional. Como todo producto que sale a la venta debe de tener una identificación ¿sí? esta debe de realizarse conforme al acuerdo en el cual se determinan plantas prohibidas o permitidas para realizar tés, infusiones o aceites vegetales comestibles”. 

Eduardo Miguel Martínez Martínez nutriólogo del módulo de bienestar familiar en el Hospital de Primer contacto de Colotlán explica que en la zona han realizado detecciones de factores de riesgo y se ha trabajado en conjunto con diversos planteles del municipio en donde se han encontrado conductas de sedentarismo, miedo al aumentar de peso y mala alimentación, más no se ha definido como un problema de vigorexia.

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 “Bueno tal como vigorexia no lo hemos identificado, el año pasado hicimos detecciones de factores de riesgo, en este caso, bueno, fueron varios factores que se comentan que es tanto lo que es la parte del ejercicio, del miedo de comer y que tengan alguna repercusión en su peso, pero no podemos definir que existan casos así de vigorexia por parte de estos resultados. Claro que hay algunas acciones que no son como parte de una conducta adecuada ¿sí? pero sí podemos decir que si esto se repitiera y estuviera a lo mejor más presente, y que de alguna forma se identificara con otro tipo de medición, pues a lo mejor si se pudiera determinar que es vigorexia, o sea nosotros podemos tener algunas características, algunos signos que tienen que ver, a lo mejor con este tipo de alteración de la conducta, pero no podemos definir que ya lo sea”.

Lo ideal es realizar actividad física moderada y adecuada a cada persona, tener una alimentación sana  y acudir con un especialista en caso de requerirlo para no padecer ningún tipo de trastorno como la vigorexia, concluyeron.