Comercio y autoempleo: venta de flores para el día a día




Lagos de Moreno, Jalisco

La señora Aurora Jaime nos comparte un poco sobre el oficio que ejerce desde hace 20 años.

Por Luz Atilano

El negocio de la señora Aurora Jaime inició por necesidad desde hace 20 años, pero poco a poco le fue tomando cariño a su oficio, pues si el comercio es en sí una labor muy noble al tratar con las personas, ella suma el hecho de tratar con quienes compran flores, sea cual sea el motivo, desde un detalle entre novios o matrimonios, cualquier tipo de festejo y arreglos para los templos o altares en casa, hasta quienes deciden despedir a un ser querido con un arreglo funeral.

“Mira, yo más que nada empecé porque mi esposo se puso enfermo y como que me invitaron a vender rosas… como él estaba muy grave, entonces era una forma de sacar a mis hijos adelante. Por necesidad, por necesidad empecé. Es muy bonito trabajar las flores y más porque nos encontramos a veces con personas que nos cuentan sus cosas o algo y dice uno ‘no pues sí se merecen…’ Mucha gente nos distingue a nosotros por el tipo de arreglos que hacemos. Mi esposo y yo lo trabajamos, a veces estoy yo y a veces está él.”

El ahora negocio familiar es un puesto semi fijo en calle Constituyentes casi esquina con 5 de Mayo, justo frente a los carros de sitio del Mercado Francisco González León, que se coloca todos los días desde las 7 o 7:30 de la mañana hasta las 3 de la tarde y constituye uno de los principales ingresos económicos de la familia. Según comparte la señora Aurora, el que les permite vivir el día a día y salir adelante.

“Nosotros aquí procuramos que la flor vaya saliendo día a día. Son diferentes proveedores los que vienen, entonces se va cambiando la flor. Nosotros bendito sea dios jamás, jamás que digamos ‘tiramos flor’, no… ¿por qué?, porque vamos tratando de irla sacando también para que al momento de que la persona nos la compra también le aguante y a nosotros también la gente nos busque. Porque también si tuviéramos una flor fea o algo, nadie nos buscaría. Entonces vamos tratando de que la flor vaya saliendo día a día y si nos va haciendo falta vamos comprando, y si no nos esperamos mejor hasta que salga la que tenemos, volvemos a surtir de vuelta. Pero esto es al día, hay días que se vende y hay días que no… pero igual tenemos que estar aquí, se venda o no se venda tenemos que estar.”

Las flores que comercian son de todo tipo: Lilis, orquídeas, rosas, casa blanca, gerbera, río negro, entre otras que se arreglan en diferentes presentaciones y que llegan desde sitios como León Guanajuato, Toluca y Aguascalientes, de donde consideran se consigue mejor flor y a un mejor precio. Y aunque pudiera pensarse que se trata de un trabajo fácil, la señora Aurora comenta que son muchos los cuidados que se deben tener para conservar su producto y para que éste resista una vez en manos de quien la solicita.

“Lo complicado es cuidarla, cuidar toda la flor, el trabajo que lleva. Porque es desde espinadas, cortadas para limpiarla, porque tenemos que limpiarla, para que aguante tenemos que limpiarle la espina, la hoja, cortar los tallos, cambiar el agua, tenerlas en un lugar fresco. Pero mucha gente piensa que es muy fácil pero no, es muy trabajoso porque tiene que saber uno desde cómo cuidar una flor… porque a veces si no sabes cuidarla se te mueren o a los clientes no les aguanta y no tiene chiste también vender una flor fea, ¿verdad?… así nada más. o sea, aquí es tratar de que la gente esté contenta, que esté contenta con el trabajo que les hacemos, los arreglos florales.”

Comparte, sin duda lo más bonito es ver que el cliente se va satisfecho, que cuente su experiencia: hacia quién va dirigido el detalle, su agradecimiento… pues de esta manera se les reconoce su trabajo.