Por Tatiana Sánchez
Llamadas por los laguenses calles adornadas o arregladas, del 25 de julio al 06 de agosto, las calles paralelas al templo de El Calvario se visten de colores, sabores y alegría al ser el punto de reunión de habitantes, hijos ausentes y visitantes de otras partes de la República que se dan cita en los festejos llenos de tradición en honor al imagen del señor del Calvario.
De acuerdo con el maestro Mario Gómez Mata, jefe del archivo municipal y cronista colegiado de Lagos de Moreno, las calles adornadas comenzaron a organizarse en las últimas décadas del siglo XVIII en la capilla catorce del viacrucis, en la que se construyó el primer santuario en honor a la imagen del santo patrono:
“Las calles tienen que terminar prácticamente con el 6 de agosto, que es la fiesta principal y en la que adorna la calle Constituyentes. La fiesta principal es la raíz antigua que ya conecta desde 1779 con esta tradición. Ahora las calles adornadas han ido ampliándose, el 25 de julio empieza a recorrer las calles compuestas la imagen de nuestros padre Jesús del Calvario y ahí le hacen su misa y congrega a los hijos ausentes de cada calle con sus familias y todo lo demás, toda la parafernalia tanto católica como profana de la fiesta que conjuga todo, juegos, lotería, juegos de azar, globos, juegos mecánicos en fin tantas cosas”.
Peregrinación rumbo al templo de El Calvario, tomada de la fototeca del Archivo Municipal de Lagos de Moreno.
Según señala el cronista en los primeros años de estos festejos las calles que se adornaban no eran las mismas de ahora, pues al principio únicamente se adornaban 3 de ellas, luego con el pasar del tiempo y con el entusiasmo de los laguenses comenzaron a agregarse otras calles que eran adornadas con faroles de colores, velitas de cebo y flores que aromatizaban el espacio:
“Era una romería para visitar la imagen peregrina del señor del Calvario en su novenario, pero se fue comercializando y obviamente la trasformación de las formas de adornar. Primero eran los farolitos, las velitas de cebo con sus luminarias que adornaban las fachadas de las casas, luego vendría ya con luz eléctrica que se introducen en la primera década el siglo XX, empiezan a colocar focos de colores por parte de la comisión, que era otra tradición muy bonita porque llevaban sus canastotas los empleados de la comisión para ir diciendo en cada casa cuánto les ponían para la calle compuesta o adornada y también el papel de china que se vendía tanto para los adornos de los pasacalles que tanto colorido daban a las calles compuestas y que eran verdaderos ríos de gente que se aglomeraban y como ustedes saben hasta aun en las guerras los comerciantes siguen las multitudes entonces se empezó a intensificar el comercio al grado de que ahora ya casi no dejan de caminar a la gente ni convivir de tanto puesto entonces ya se ha modificado mucho esa costumbre”, comparte Gómez Mata.
Estos espacios aparte de ser adornados y dedicados para el culto de la imagen del señor del Calvario por muchos años han sido punto de reunión de paisanos laguenses que aprovechan las fiestas para rencontrarse con sus familiares y agradecer a la imagen por las bendiciones recibidas al grado que en los años 30 del siglo XX comenzó a organizarse la procesión que ahora se conoce como la subida del santo patrono acompañado de mariachi y banda que patrocinaban estas personas.