JAMES en Guanamor - Audiocrónica by Ricardo Salazar - Viernes 15 Marzo 2023

LA FOTO DE LA MANO de ROMÁN sosteniendo a TIM es cortesía de Luis Gómez Sandi "Lags" a.k.a @lagsfotograma

Gracias Lags, te vas a ir al cielo cantando.

Al que madruga, Dios lo ayuda, dice el dicho, y James volvió esto realidad para Román León, y su hijo Román Andrés, que este viernes llegaron alrededor de la 1 de la tarde a formarse afuera del Guanamor para ver a su banda favorita. Sí, de los dos, el papá de cuarentaytantos años y del morro de 19. Sí , él, el más joven, la ha escuchado toda su vida, pues la agrupación tiene más años de vida que él. Y él, el más entrado en años, la descubrió en 1997. El vocalista de James tomó dos riesgos enormes el viernes en su presentación en Guadalapopan: se trepó a cantar en una barra y como eso no le bastó, se puso aún más en riesgo. Se trepó a cantar con los pies en la valla de seguridad que impide que el público se acerque al escenario. Sí, atrás de él había seis guardias por si en algún momento perdía el equilibrio, pero no fue así. No fue así porque una mano amiga lo sostuvo todo el tiempo. La de Román León, que no lo soltó en toda la rola y Tim Booth (que así se llama el vocalista) confió en él, porque lo había conocido el medio día, y lo reconoció ahí colocado hasta adelante. Al terminar su souncheck a la banda le llamó la atención que ya hubiera fans esperando a verlos, así que les concedió un milagrito de esos que pasan una vez en la vida: se bajaron a saludar, agradecer y tomarse foto con esos fans madrugadores. Así lo contaban con emoción Román chico y Román grande.

Entre los afortunadotes también estuvieron Guido y Briss, quienes se conocieron en la fila de Flaming Lips hace algunos años, pero la banda que verdaderamente los unió fue James, y ahora que convivieron con ellos, pues más.

Y sí, además de sostenerse de Román grande, a Román chico, Tim le cumplió también su sueño porque sí se puso en varias rolas el gorro que le regaló el joven de 19 años que fue el primero en entrar al concierto, y el último en irse, junto con nuestros otros tres entrevistados, que terminaron tan extasiados por el concierto, que al final brillaban en medio de la noche.

Igual que Guido, que fue el único de los fans que entrevistamos al medio día al que James le cantó la canción que esperaba: el quería bailar con Sit Down y esa fue justamente la que agregaron en el encore, y por eso no viene en el Set List.

Además de estos dos momentos, Tim dejó al público contento no sólo por sus extraños pasos de no sé si eso se llama baile, sino también por ponerse una bandera como mañanita en torno a sus hombros.

Y claro por cantarnos cositas como: Our world, una rola bien khérmosa que es parte de su material 2024 y suena así …

… ó bien Fed Astaire que lxs tapatíes también cantaron duro…

… o Ring The Bells

Pero nada se compara con, obviamente con Say Something, el más grande éxito internacional de la banda…

¿Notaron el violín? Eso no suena tanto a banda de rock, verdad, como tampoco la trompeta … y es que además de Tim, había 7 musicazos en el escenario que nos dejaron con la bocota abierta…

A pesar de eso, Tim cedió el protagonismo a su público al que le puso el micrófono en repetidas ocasiones para que cantaran a todo pulmón. Fue el caso de Getting Away

… y también Sometimes

Aparentemente ahí terminaba todo, pero el público les habló bonito al oído gritando el nombre de la banda, así que regresaron a tocar Way Over Your Head, Sound y Laid, que tal vez su primer éxito, no sin antes decirnos que estábamos bien pinches loquites les tapatíes.

Así vino el gran final al que ya nos referíamos, la de Sit Down que agregaron y con la cual nos dijeron ya siéntese señora…

Y sí, ahí vino el encuentro con los fans que llegaron primero y se fueron hasta al último, y con los otros afortunadotes, una familia de 6 personas que vinieron desde Oaxaca comandados por Héctor Rodríguez Castro que a sus sesentaypico fue el que más brincó en todo el concierto y el que se sabía todas, todas las canciones.

Cuatro generaciones unidas por la música de James entre las que también se encontraban extranjeros de extranjía como Filipinas y los United States. Pero volvamos a Román, que al final, después de detener a Tim con su mano, describió así su experiencia.

Así fue como los tapatíos gozaron antes que los Chilangos de James gracias a OCESA y el Teatro Estudio Guanamor que se pusieron guapos para la realización de esta audiocrónica de un tal Ricardo Salazar.