Visitantes se quejan de la mala calidad de la remodelación de la plaza de Armas
Fotografía: Ignacio Pérez Vega




Guadalajara, Jalisco.

La plaza de Armas quedó hecha “una porquería”, por lo menos en lo que se refiere a los pisos, el pasto seco y la escasez de arbolado. Así lo consideran ciudadanos que la visitaron este lunes. Los mosaicos están despegados y se pueden levantar con la mano o con el pie y una señora de la tercera edad se cayó al tropezar en el piso malhecho.

La remodelación de la plaza de Armas fue inaugurada el 5 de diciembre, un día antes de concluir su gestión el gobernador Aristóteles Sandoval Díaz.

José de Jesús Flores estaba bajo el único árbol que da sombra a las bancas de la plaza pública más importante de la ciudad. Él vio cuando una persona de la tercera edad cayó al piso, debido a los bordes que dejaron los contratistas.

“Verdaderamente está mal terminada. Hace un instante se cayó una señora de la tercera edad, porque pisó y se falseó el píe. Lo que he estado viendo yo, ahora que he estado viniendo aquí, es que hay muchos ladrillos sueltos, no están rellenados. Es una obra inconclusa. Creo quien la comenzó debió terminarla. No están cercados los jardines y el jardín está todo seco, porque no le dan mantenimiento”, se quejó.

Otra queja de los visitantes es que el arbolado prácticamente desapareció, señaló Jesús Flores.

“Los árboles están todos rascuaches. Si se fijan, ninguna banca tiene una sombra, porque no están planeados para que den sombra  y se supone que aquí viene la gente a recrearse, a descansar un rato, sin embargo, ahorita se encuentra sola, porque no hay sombra”, señaló.

Otro visitante de la plaza de Armas, Juan Carlos de la Torre, dijo con claridad que la obra es una “porquería”.

“Quiero pensar que todavía no está entregada, porque es una porquería de obra, inconclusa, con parches, dispareja. Ahorita vimos que se cayó una señora. Es una porquería de obra, como muchas otras en el estado”, agregó.

La Secretaría de Infraestructura y Obra Pública (SIOP) advirtió que los dos contratistas de la obra deben reparar las fallas. Sin embargo, al hacer un recorrido, no se observó que alguien estuviera trabajando en el lugar.


Ignacio Pérez Vega