Para  el filósofo francés Gilles Lipovetsky, la estetización, a lo largo de la historia, “se volvió un instrumento del poder en general. “Seguimos en esta aventura milenaria de la humanidad, pero lo nuevo ahora es que no es obra de los dioses o de los príncipes, sino obra del capitalismo. Es el mercado el que manda y el que transforma”.

Esto lo dijo en su conferencia magistral “La estetización del mundo”, que ofreció ayer miércoles en el marco de la Cátedra Latinoamericana Julio Cortázar, en el Paraninfo Enrique Díaz de León de la Universidad de Guadalajara, que estuvo abarrotado de estudiantes, académicos, funcionarios universitarios y sociedad en general.

La conferencia se origina a partir de su reciente libro La estetización del mundo, vivir en la era del capitalismo artístico (publicado en 2013), donde analiza cómo el capitalismo ha atrofiado el pensamiento del hombre, y cómo las máquinas hicieron una estandarización de cualquier creación humana.

Con esto se han generado una serie de estereotipos que también han alcanzado a toda la industria cultural, para así forjar interminables clichés de sus protagonistas, lo que destruye lo natural con una suerte de polución visual, agregó el escritor, profesor de filosofía en la Universidad de Grenoble.

El capitalismo logró integrar cada vez más la dimensión del estilo y la dimensión de la emoción en el conjunto de la producción relacionado con el consumo. Y esta estetización ha sido pensada por los genios comerciantes.

Así, el también autor de La era del vacío  (obra principal publicada en 1987), que habla sobre lo efímero y lo frívolo, subrayó que lo mercantil ha incorporado lógicas estéticas, y el capitalismo artístico explota la dimensión de la belleza y las emociones, para que se vuelvan un producto de consumo. Pero también se ha dado desde lo efímero y espectacular que debe ser cambiado constantemente en una sobreproducción y sobreoferta estética.

Para el pensador francés, autor de La moda y su destino en las sociedades modernas,  esto no se debe satanizar, y el papel de los intelectuales es hacer evolucionar la realidad para ganar la batalla de la calidad en la creatividad.

Lipovetsky, fue presentado por Jaques Lafaye, uno de los mayores especialistas en historia de la cultura iberoamericana, con énfasis en las creencias religiosas de México, así como en la vida y la obra de Octavio Paz, quien dijo que “el mérito de nuestro invitado es haber mostrado que la hipermodernidad es un nuevo avatar de una modernidad que se inició en el siglo XVIII, lo que califica como la segunda individualización del Occidente”.