La historia mexicana, al igual que buen parte de la cultura que se vive en el país, ha sido escrita y protagonizada por los hombres, dejando de lado a las mujeres que son incluidas de forma simple, tal y como si fuera una cuota de género, citando a algunas cuantas que jugaron un papel importante.

Un ejemplo de esto son los héroes que dieron patria al país y que fueron recordados en la arenga que se grita con motivo del grito de independencia en la que Hidalgo, Morelos, Allende, Matamoros, y, finalmente, Josefa Ortiz de Domínguez tuvieron presencia.

La investigadora de la Universidad de Veracruz, Celia del Palacio Montiel explicó que todas ellas, en mayor o menor medida comprometieron su vida, su nombre y hasta su fortuna pues hacían tertulias en sus casas para recibir ahí a los conspiradores. Otras se lanzaron a la rebelión, armadas al igual que los hombres o, como buenas damas, utilizaban sus encantos para impulsar la rebelión en contra de los españoles.

El papel de seductoras fue muy importante porque se dice que pueblos enteros, como Tultepec u otros, estaban llenos de estas mujeres que perdían a los soldados para que se convirtieran al otro bando, al bando insurgente. También hubo otras trabajadoras que hacían tortillas envenenadas para matarlos, según dijo la investigadora, quien además recordó a una mujer muy especial que, por afinidad, colaboró con los independentistas a pesar de que no era mexicana.