El uso de plantas antidepresivas frente al paradigma actual de la medicina
Justicia Spicigera




Por Aarón Navarro Aguirre

En el Auditorio Horacio Padilla Muñoz del CULAGOS se llevó a cabo la conferencia “Plantas con propiedades antidepresivas: alcances y limitaciones”, impartida por el Dr. Armando Mora Pérez, en la cual se abordó el uso de estas plantas y sus implicaciones en el tratamiento de la depresión y trastornos afectivos.

En Latinoamérica, las plantas medicinales han sido utilizadas desde mucho tiempo atrás en la historia, y tenían connotaciones hasta espirituales, pues nuestros ancestros precolombinos usaban las plantas para restaurar el “tonalin”, alma en náhuatl, y el “yolotl”, que significa corazón. El uso de algunas plantas era pertinente cuando una persona se sentía triste o con el ánimo muy bajo, y se decía que estaba enfermo del alma o del corazón.

Algunas plantas que se enunciaban para el tratamiento de los diferentes trastornos afectivos son el cacaco, la manzanilla, el nanche, la magnolia, el té de limón, y la justicia spicigera, coloquialmente conocida como moyotle. Esta última en particular ha sido estudiada de cerca por el Dr. Mora Pérez con otros investigadores del CULAGOS.

Sin embargo, el Dr. Mora acentúa el especial cuidado que se debe tener con el uso de las plantas antidepresivas, pues no existe una gran cantidad de estudios sobre sus usos y efectos, por lo que de no tener control sobre ellas pueden llegar a causar náuseas, vómitos, o hasta infartos.

“Yo creo que el mayor reto que tenemos con el uso de las plantas es la desinformación, porque actualmente, el término “natural” se le da un sinónimo de inocuo y realmente no es así. Puede haber muchos efectos nocivos, inclusive, en el año de 1990 al ’99 hubo 4mil casos de efectos secundarios. Cuando vino el bum y la manipulación de los medios de que natural era inocuo, sólo en el 2000 hubo más 9mil 800 casos de efectos secundarios; porque ha sido de una forma indiscriminada y sin ninguna regulación”.

La depresión es una enfermedad compleja que deriva de otros síntomas afectivos no tratados a tiempo como el estrés, la ansiedad, o distimia, y a que su vez, pueden enarbolar un problema anímico grave en la persona llevándola al suicidio. Según la OMS, existe un número mayor de muertes por suicidio que por guerras.

Frente a este problema se ha extendido el uso del tratamiento con antidepresivos que vienen en formatos de cápsulas, pero poco se ha incentivado el tratamiento con plantas, cuyo uso puede presentar más ventajas, o complementar el uso de los antidepresivos tradicionales.

“No sólo ventajas sino que pueden ser coadyuvantes. Se ha demostrado, e incluso, estamos en una fase experimental aquí en el CULAGOS que si nosotros administramos el extracto de una planta, podemos disminuir las dosis del fármaco fluoxetina, y por lo tanto, disminuir los efectos secundarios. Esto también ayuda mucho al bolsillo porque un fármaco como fluoxetina cuesta alrededor de 1200 pesos, y si en lugar de administrar una tableta al día administramos media, pues realmente sería de un gran beneficio porque disminuimos costos y los efectos nocivos producidos por la fluoxetina y mejorando el efecto”.