Uno de cada cinco conductores de camión, con riesgo de infarto
Fotografía: Fernanda Velazquez




Guadalajara, Jalisco.

Comen cuando pueden y lo hacen mal: con exceso de grasas y carbohidratos. No tienen tiempo ni de ir al baño, pasan todo el día sentados y  son satanizados por la sociedad.

Uno de cada cinco conductores del transporte público tiene riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y perder la vida de forma fatal por ataques al corazón, de acuerdo con un estudio de investigadores de la Universidad de Guadalajara.

Obesidad, hipertensión, síndrome metabólico, enfermedades cardiovasculares y diabetes mellitus tipo II, los males que los aquejan.

A 122 conductores de transporte público y 89 conductores de autobús privado, se les tomaron análisis de sangre, glucosa y colesterol.

Riesgo cardiovascular en conductores de autobús del Área Metropolitana de Guadalajara

  • 39 % Con Sobrepeso.
  • 46 % Con obesidad.
  • 26 % presión arterial alta.
  • 31 % presión arterial elevada Nivel II.

“Sí es una prevalencia alta, que está por encima de la prevalencia de obesidad que hay en nuestro país, sí presenta un mayor riesgo cardiovascular esta población" comentó el estudiantes de la maestría en Ciencias de la Salud Ocupacional, del CUCS, Hiram René Novelo Ramírez, que realizó el estudio junto a su compañera Mercedes Gabriela Orozco, quien hizo hincapié en los hábitos alimenticios de los trabajadores del volante.

"El tiempo que les sobra es el que dedicaban a poder comer, y mencionaban que ellos traían comida de su casa para evitar consumir tacos o tortas, pero muchas veces la comida la regresaban a su casa porque no se la podían comer: no había tiempo. Eso es una parte importante: el tiempo y poco acceso a lugares que venden comida. Los puntos donde se concentran las rutas, donde termina el derrotero, llegan a ser espacios con poco acceso a lugares de venta de alimentos. Todo eso dificulta los hábitos alimenticios”.

La Coordinadora de la Maestría en Ciencias de la Salud Ocupacional, Lourdes Preciado Serrano, declaró que los conductores son satanizados por la sociedad.

“En el aspecto emocional como el estrés, muchos podríamos decir que lo padecemos por ser trabajadores. Sin embargo, el que como ellos, tengamos que ofrecer servicios a una comunidad diversa desde niños a adultos, población con necesidades especiales y usuarios violentos, incrementa el estrés. Tenemos que hacer un blindaje para estos trabajadores”.

Además, no descansan, porque llegan a sus casas molidos y sin ganas de hacer ejercicio o convivir con la familia o peor aún, en su día de descanso hacen otros trabajos, porque existe la necesidad económica.

Los estudios fueron entregados a los líderes sindicales de las rutas y de forma personal a los choferes, con la esperanza de que se realicen medidas para corregir la situación.