Una reflexión sobre el patrimonio de Lagos
Luis Octavio Martínez Cruz. Arquitecto y urbanista




Por Aarón Navarro Aguirre

Las circunstancias culturales que rodean a Lagos de Moreno demandan la necesidad de una unidad del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Se pueden mencionar los diferentes nombramientos del municipio como un lugar importante cuyo patrimonio merece ser atendido. Lagos de Moreno es Zona de Monumentos Históricos desde 1989 por decreto federal, Patrimonio Cultural de la Humanidad reconocido por la UNESCO desde el 2010, y declarado Pueblo Mágico desde 2012.

Con estos títulos que lo avalan como un municipio culturalmente importante sería más que recomendable que existieran los suficientes esfuerzos para darle mantenimiento a sus fincas y monumentos históricos, lo que en opinión del arquitecto y urbanista Luis Octavio Martínez Cruz, hace falta reforzar:

“Hay un estatus quo en el cual el centro histórico de Lagos está relativamente bien conservado pero es justamente debido a este estatus quo, no porque realmente se esté buscando y se esté pretendiendo este fin por varios actores de la sociedad, porque tampoco le compete solamente a uno, que podría ser el gobierno, o propietarios. O sea, es una tarea conjunta, pero la verdad es que esta tarea está bastante rebasada en el municipio. O sea, no se hace, más bien. No se hace. Es inexistente”.

Ante esta poca actividad para conservar el patrimonio, Luis Octavio Martínez sostiene que es urgente la presencia establecida del INAH en el municipio, porque a pesar de que el patrimonio cultural y arquitectónico puede derivar en que se atienda por diferentes intereses y personas, es un hecho que es imperante preservarlo:

“¿Por qué protegerlo? Pues porque a fin de cuentas es un reflejo de las sociedades que han formado Lagos, y que nos dan esta identidad como laguenses y no sólo como laguenses, sino que es un reflejo de Lagos hacia el Estado, hacia la región, hacia el país, y a fin de cuentas, un reflejo de Lagos hacia el mundo, porque a Lagos no sólo lo visitan gente de cerca”.

El arquitecto también discute la idea de que existen muchos elementos que componen un patrimonio arquitectónico, varios de ellos se enlistan en el Memorándum de Viena. Este documento expedido en 2005, habla del concepto Paisajes históricos urbanos, que menciona elementos como la sonoridad, la imagen urbana, y la relación entre urbanidad y naturaleza como cosas que constituyen un patrimonio.

Luis Octavio Martínez menciona un caso muy reciente en el que se manifiesta cuándo y en qué medida los esfuerzos del municipio para atender y preservar el patrimonio son insuficientes:

“Una de las que yo tengo en mente ahorita es esta finca de calle Pedro Moreno esquina con Luis Moya en pleno centro histórico. Hay una autorización por parte del Ayuntamiento para demoler la finca porque al juicio y al criterio de la parte técnica de Ordenamiento del Territorio esa finca no tiene características salvaguardables, no es patrimonio porque como no es la Casa Vega, ni la Casa Sanromán, ni es la Casa Montecristo, pues no hay problema. Se puede tumbar, es simplemente adobe. Pero lo que nunca toman en cuenta es que ni siquiera tienen claridad de dónde están los polígonos de protección. Esa finca, simplemente, por estar dentro de un polígono de protección, así sea la más fea de la cuadra o de la ciudad, ya está protegida por el INAH”.

Ordenamiento del Territorio, dependencia encargada de atender asuntos con la urbanidad y el patrimonio, no cuenta con una infraestructura eficiente para lograr este objetivo. Lo necesario aquí sería concebir esta tarea como un esfuerzo interdisciplinario en el que participen agentes de diversas áreas. Además, sería necesario contar con la documentación necesaria que registre y proteja el patrimonio de manera eficaz.