Trump anunciará prohibición para hacer negocios con militares en Cuba




Miami, Estados Unidos.

El presidente Donald Trump anuncia este viernes restricciones a los negocios con militares de Cuba, una medida aplaudida por la comunidad cubana en Miami porque fuerza a las compañías extranjeras a entenderse directamente con los nóveles empresarios en la isla.

En su visita al exilio cubano en Miami, el presidente estadounidense también prevé restringir los viajes de los estadounidenses a Cuba.

Disidentes y activistas como Rosa María Payá y José "Antúnez" García Pérez, así como los veteranos de la invasión de la Bahía de Cochinos, llenaron el pequeño teatro Artime en la Pequeña Habana, con capacidad para 800 personas.

Un alto funcionario de la Casa Blanca adelantó el jueves que Trump anunciaría la prohibición de cualquier transacción financiera con el Grupo de Administración de Empresas (GAESA), un holding estatal cubano que de acuerdo con Washington beneficia directamente a altos jefes de las Fuerzas Armadas.

El alto funcionario dijo que el gobierno de Trump "espera que el régimen cubano vea a esto como una oportunidad para implementar reformas que alabaron hace un par de años, pero que de ninguna forma se han puesto en práctica para beneficio del pueblo cubano".

Si bien los sentimientos hacia Trump pueden ser encontrados en un comunidad tradicionalmente conservadora, el apoyo a esta medida es monolítico.

Ramón Saúl Sánchez, líder del moderado Movimiento Democracia que aboga por el levantamiento del embargo, dijo que está "de acuerdo con este punto, porque desgraciadamente la economía cubana está tomada por los militares, que son una mafia".

"Estas empresas (extranjeras) hay que forzarlas a que permitan que el ciudadano tenga acceso a la actividad económica del país, y por eso es importante un instrumento para cambiar eso", dijo Sánchez a la AFP.

Uno de los mayores legados políticos del anterior presidente, Barack Obama, fue la apertura de las relaciones diplomáticas con La Habana en 2015, tras medio siglo de ruptura y desconfianza.

Desde entonces, Washington fue abriendo un incipiente flujo de intercambio comercial y permitió que los estadounidenses viajaran a Cuba, siempre que fuera dentro de 12 categorías (como el "intercambio cultural", por ejemplo) que no incluyen el turismo.

Ahora, "Trump está agregando dientes a la política anterior de Obama", dijo Sánchez.

De acuerdo con el funcionario de la Casa Blanca, que habló bajo condición de anonimato, la nueva política de Washington no pretende modificar aspectos fundamentales de la fase iniciada en 2014.

Sin embargo, se propone alejarse de medidas adoptadas por el gobierno de Obama "que enriquecen a personas de las Fuerzas Armadas y a los servicios de seguridad que juegan un papel central en la represión" en Cuba, señaló.

Trump ganó las elecciones en gran parte gracias al voto de los floridanos, y en particular al apoyo de los cubanoamericanos.

Se ganó su favor cuando, antes de las elecciones, visitó Miami y prometió dar marcha atrás a las medidas implementadas por Obama, quien según el exilio cubano no fue suficientemente duro al exigir respeto a Cuba un mayor respeto a los derechos humanos como condición a la apertura comercial.

Modesto Castaner, un excombatiente de la Bahía de Cochinos presente en el teatro, dijo a la AFP que está satisfecho de ver que "Trump cumple su promesa".

"Lo que hizo Obama fue prácticamente todo en beneficio de los Castro, ¿pero a cambio de qué? Trump prometió hacer cambios para buscar que Cuba respalde los derechos humanos", dijo el veterano de 75 años.

- Menos viajes -

Además, Washington endurecerá las restricciones a los viajes de estadounidenses a Cuba.

Más de un cuarto de millón de estadounidenses visitó la isla en los primeros cinco meses de 2017, lo que representó un crecimiento de 145% frente a igual período de 2016, informó el miércoles un portal cubano citando fuentes oficiales.

Empresas aéreas y de cruceros hacia Cuba hicieron millonarias inversiones en los últimos dos años para prepararse al nuevo escenario bilateral, y aún resta por ver el impacto que las nuevas medidas tendrán en estos sectores.

Previendo un impacto negativo, el sector hotelero mostró su preocupación. "Llamamos al gobierno de Trump para que utilice el turismo como una herramienta estratégica para mejorar las relaciones con Cuba (...) en vez de retroceder a políticas del pasado", expresó en una nota Arne Sorenson, presidente del grupo Marriott.

El lento proceso de aproximación entre Estados Unidos y La Habana ha tenido desde el primer día el apoyo entusiasta de otros sectores empresariales además del turismo, en especial los ligados a la agricultura y las telecomunicaciones.

La política estadounidense hacia Cuba utilizada durante medio siglo había impedido a empresas locales actuar en la isla, y ello permitió que numerosas firmas europeas lograsen contratos ventajosos.