Trudeau espera conversaciones difíciles con Trump en el G7




Ottawa, Canadá.

La cumbre del G7 que se celebrará el viernes y sábado en Quebec debería dar lugar a "conversaciones francas y en ocasiones difíciles" sobre comercio con el presidente estadounidense, Donald Trump, advirtió el miércoles el primer ministro canadiense, Justin Trudeau.

"Habrá conversaciones francas y en ocasiones difíciles en torno a la mesa del G7, particularmente con el presidente estadounidense, sobre comercio, sobre aranceles", dijo a periodistas Trudeau, quien recibirá a los líderes de Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia, Japón y Estados Unidos para la cumbre anual del G7 en La Malbaie, Quebec.

El dirigente esperaba poner el foco en el empleo, las preocupaciones de seguridad, la limpieza de los océanos y el empoderamiento de las mujeres, pero funcionarios han admitido que es probable que la agenda de las siete mayores economías del mundo sea acaparada por las disputas comerciales.

Trump impuso la semana pasada pesados aranceles para la importación de acero y aluminio a los proveedores de Estados Unidos, como Europa, Canadá y Japón, sus más cercanos aliados.

En respuesta, todos decidieron apelar a la Organización Mundial de Comercio (OMC) y anunciaron medidas de represalia, al igual que China y Rusia.

En Washington, el asesor económico de Trump Larry Kudlow dijo a los periodistas que el presidente seguiría adelante con los aranceles globales sobre el acero, y que los aliados, incluidos Canadá y la Unión Europea, no deberían esperar exenciones.

"Puede haber desacuerdos, considero esto como una pelea familiar. Siempre soy optimista, creo que se puede resolver", dijo Kudlow.

"Haremos lo que sea necesario para proteger a Estados Unidos, sus negocios y su fuerza laboral", agregó.

Kudlow también insistió en que la relación de Estados Unidos con Canadá, en particular, todavía es "muy buena".

Pero observadores notaron que la reprobación puntual de Trudeau la semana pasada, llamando a que prevalezca el "sentido común" en el gobierno estadounidense, marcó un punto de inflexión para peor en la relación.