Guadalajara, Jalisco.

La aprobación del T-MEC en el Senado de Estados Unidos y su próxima entrada en vigor, una vez que también sea avalado por el Parlamento de Canadá, será benéfico para la industria automotriz de México, consideró Guillermo Rosales, director de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotore

El directivo vaticinó la llegada de nuevas inversiones a este sector en un plazo de cinco años. Con el nuevo acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, los automóviles que se fabriquen en la región deberán estar ensamblados con 75% de componentes hechos en los tres países, cuando antes sólo se requería un 62.5% para poder  ser exportados en Norteamérica,  sin el pago de aranceles.

"Esto nos va a llevar, repito a que un horizonte de cinco años tenga que haber una adecuación para incrementar la participación regional,  la participación de toda Norteamérica, México  tendrá un papel importante en esta contribución, lo cual demandará nuevas inversiones y esto factor favorable, positivo", comentó Guillermo Rosales, director de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores.

A pesar de estos beneficios, el director de AMDA aclaró que no esperan cambios en el mercado de automóviles, cuyas ventas han caído 19% en los últimos tres años. 

"Hay que anotar que la mayor parte de las fabricas, de las plantas automotrices en América del Norte, Canadá, Estados Unidos y en México están orientadas para abastecer de forma prioritaria el mercado de Estados Unidos. La producción de vehículos en 2019 cerró en 3 millones 750 mil unidades en México, de las cuales 89% se destinó en la exportación y de ese 89%, el 83% se destina a Estados Unidos y Canadá, entonces hay diferencias importantes en la capacidad adquisitiva del mercado mexicano, que nos orienta a vehículos de menor precio", mencionó Guillermo Rosales, director de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores

El precio promedio de los vehículos más vendidos en México es de 230 mil pesos y en su mayoría provienen de Asia. Las plantas de México fabrican automóviles de un costo mayor, cuyo destino está en Estados Unidos y Canadá, por lo que  no se espera que la disminución de la importación de  autopartes de otras regiones del mundo para el ensamble de los vehículos fabricados  en Norteamérica, abarate los que se comercializan en el país.