Sufren “tandeos” de agua en Valle de los Molinos en plena pandemia
Fotografía: Ignacio Pérez Vega / Archivo




Guadalajara, Jalisco. 

En plena pandemia, vecinos del fraccionamiento Valle de los Molinos, situado en el corredor de la carretera a Colotlán, sufren carencias en el servicio de agua potable.

Los colonos tienen agua potable en tandeos; les llega desde las 7 de la mañana a las 5 de la tarde, en promedio. Sin embargo, eso les significa un problema a la mayoría de los habitantes, ya que justo en ese horario es cuando salen a trabajar y al regresar a sus hogares las llaves no tienen líquido.

El problema se vive con mayor crudeza desde hace tres meses, pero a partir del 25 de junio se complicó aún más, ya que la constructora Javer avisó a los colonos que ellos ya entregaron las bombas al Ayuntamiento de Zapopan y ahora es a la autoridad a la que le corresponde dar el servicio.

Dolores Escarlet Romero, vecina afectada, mostró documentos en los que se confirma que la empresa Javer ya cedió la estafeta al Ayuntamiento de Zapopan.

“Ya la constructora Javer se despidió y nos dejó a la deriva. Se nos entregó esta documentación, donde nos acreditan que ellos ya entregaron todo el fraccionamiento. Entonces, alcalde por favor, atiéndanos. Somos muchísimas las familias. Por favor, no nos deje sin agua”, expresó.

Fotografía: Ignacio Pérez Vega

Los colonos de Valle de los Molinos temen que al no tener servicio regular de agua potable, el fraccionamiento pueda convertirse en un “foco rojo” para contagios del COVID-19, relató René Cisneros Ruvalcaba, representante vecinal.

“Venimos en el camión, donde viene gente de Tesistán, donde es ‘punto rojo’ de la pandemia y transbordan en la carretera a Colotlán para poderse ir ahí. La preocupación llegó a nosotros, porque llegamos muchos en la noche y ¿con qué nos vamos a asear?, ¿Con qué nos vamos a lavar las manos? Corremos el peligro de contagiar a nuestras familias”, aseveró.

Los vecinos exigen respuesta a la exigencia de un mejor servicio de agua potable al alcalde Pablo Lemus Navarro.

“Pagamos un impuesto predial, me estas cobrando un impuesto predial y no puedes prestar los servicios municipales aquí dentro del fraccionamiento. Nos dicen que después, que están trabajando y veremos. Esa frase ‘se está trabajando’ ya tiene una administración completa y parte de la otra y el mundo de gente no tenemos respuesta en concreto”, precisó Cisneros Ruvalcaba.

Otro grave problema es el de la inseguridad. Ladrones del mismo fraccionamiento se meten a las viviendas, estén desocupadas o habitadas, denunció la vecina Claudia Labastida.

“Porque seguido, por el lado de donde yo vivo, hay personas que se dedican a saquear casas que ven abandonadas. Las saquean –literalmente- aún estando ocupadas las casas, las abren y las saquean. La gente se va a trabajar, cuando regresan ya no tienen nada”, denunció.


Ignacio Pérez Vega