Proponen declarar área natural protegida a El Bajío y con ello evitar uso habitacional de la Villa Panamericana
Fotografía: UdeG




Guadalajara, Jalisco.

En este momento, lo que deben hacer las autoridades estatales y del Ayuntamiento de Zapopan, para “blindar” legalmente o “proteger” a la zona de El Bajío, donde está la Villa Panamericana, es declararla como Área Natural Protegida, por los servicios que da a la recarga del acuífero Atemajac-Toluquilla, advirtió Miguel Magaña Virgen, profesor-investigador del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA).

“La parte que no está urbanizada (en El Bajío), debe manejarse como una zona de infiltración y debe declararse como Área Natural Protegida para infiltración del acuífero, para proteger la recarga del acuífero”, señaló.

Miguel Magaña fue entrevistado en Señal Informativa y sostiene que lo que en realidad tendría que hacerse, es derribar los 650 departamentos, ya que esos inmuebles nunca debieron edificarse ahí, como tampoco debió construirse el estadio de las Chivas.

“Si fuéramos un pueblo con un criterio diferente, sería lo más conducente, pero sabemos que en la realidad no va a suceder. Entonces busquemos las mejores opciones en esta condición, pero sí, antes de hacer un planteamiento hay que ver los riesgos”, señaló.

Si la Villa Panamericana no se derriba, entonces tendría que tener un uso que no sea habitacional, ya que con los 650 departamentos daría alojo a 3 mil 500 personas y eso sobrepasa el límite de 10 personas por hectárea. De venderse como viviendas, en la Villa habría 42 personas por hectárea y eso no puede permitirse, estableció Magaña Virgen.

“Más que la Villa, ¿qué va a provocar que la Villa empiece a desarrollarse?. Si vemos ya la presión y las modificaciones que ha hecho el estadio Chivas, pues con mayor razón lo hará una zona habitacional. Con eso se daría la puntilla a una de las pocas áreas de infiltración directa que tiene el Bosque de La Primavera”, aseguró el académico.

El especialista dijo que es más conveniente proteger El Bajío para dotar de agua a la ciudad, en lugar de traerla desde la presa El Zapotillo.

En 1997, en el acuífero Atemajac-Toluquilla el agua se encontraba a 80 metros de profundidad y hoy se localiza a 150 metros. Por ello, es vital proteger El Bajío.


Ignacio Pérez Vega