Partidarios y detractores de Bolsonaro chocan en las calles de Sao Paulo
Fotografía: EFE/ Joedson Alves




Sao Paulo, Brasil. 

Partidarios y detractores del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, se enfrentaron este domingo en medio de unos violentos disturbios que dejaron varios heridos, entre ellos el fotógrafo de la Agencia Efe Fernando Bizerra.

Los incidentes ocurrieron en la céntrica Avenida Paulista, donde fueron convocados actos por parte del llamado "bolsonarismo" y también por grupos opositores del líder de la ultraderecha, que se concentraron contra el "autoritarismo".

Los primeros expresaban su apoyo a Bolsonaro, exigían el "cierre" del Parlamento y la Corte Suprema, a los que acusan de "conspirar" contra el Gobierno, en tanto que los segundos dijeron salir a la calle en "defensa de la democracia".

Las manifestaciones, realizadas también en otras ciudades del país, fueron convocadas en momentos en que Brasil, con casi medio millón, es el segundo país con más contagios de COVID-19 en el mundo, sólo por detrás de Estados Unidos, y el cuarto en número de fallecidos, con 28 mil 834, según el último dato oficial.

En la Avenida Paulista, unos choques entre ambos bandos llevaron a la Policía a intervenir con gases lacrimógenos y balas de goma.

En los disturbios resultaron heridas varias personas, entre ellas el fotógrafo Fernando Bizerra, de Efe, que cubría los sucesos y fue alcanzado con fuerza por un objeto en su pierna izquierda y llevado luego a un hospital para ser atendido.

Poco antes, en Brasilia, el presidente Bolsonaro acudió a un acto organizado por sus partidarios, en el que también éstos se manifestaron contra el Parlamento y la Corte Suprema y demandaron una "intervención militar".

Bolsonaro no hizo declaraciones y se limitó a saludar y abrazar a muchos de los asistentes, cargó algunos niños en sus brazos y posó para fotos, todo sin usar la mascarilla que es obligatoria para circular por las calles de Brasilia, por la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2.

Tras saludar a sus partidarios, calculados en unos 3 mil, el jefe de Estado se dirigió hacia un grupo de policías a caballo, montó en uno de ellos y se paseó entre las personas, que tras la cabalgata se dispersaron sin mayores incidentes.

Bolsonaro, así como tres de sus hijos que se desempeñan en política, son ahora mismo objeto de diversas investigaciones que están en manos de la Fiscalía General y son supervisadas por la Corte Suprema.

En el caso del mandatario, es sospechoso de intentar intervenir ilegalmente en la Policía Federal, un organismo autónomo que depende del Ministerio de Justicia, cuyo extitular Sergio Moro denunció esas supuestas irregularidades.

Este sábado, Bolsonaro publicó una serie de mensajes en las redes sociales en alusión a los problemas de su Gobierno con la Justicia y concluyó con una frase contundente: "Todo apunta para una crisis", escribió.