Durante las pasadas vacaciones, me di a la tarea de buscar y ver algunas películas que tuve por algún tiempo rezagadas, Jigoku de naze warui (Why don’t you play in hell?) es una de ellas; traducida al español como Vamos a jugar al infierno se trata de una cinta japonesa del año 2013, dirigida por el famoso y controvertido director y poeta nipón, Sion Sono (Toyokawa, Japón, 1961), reconocido por proyectos como Suicide Club (2001) o Guilty of Romance (2011) y por su particular forma de abordar historias. 

Why don’t you play in hell?  Es una divertida comedia de acción gore, que combina samuraisyakuzas, el falso documental y el cine amateurencabezado por un grupo de fanáticos del cine sin mucho éxito llamados  The fuck brothers, que tienen como misión hacer la mejor película del mundo. La propuesta aborda todo esto desde el humor, con escenas sangrientas y exageradas que provocan más sonrisa que un gesto de desagrado, un poco al estilo de Tarantino. La trama sigue varios caminos paralelos, uno con un líder yakuza obsesionado por cumplir una promesa a su esposa encarcelada, otro con un gángster obsesionado por la cultura japonesa, quien está enamorado de una niña de un comercial de televisión que vio hace diez años, y, finalmente,un grupo de cineastas urbanos que han esperado mucho tiempo para hacer su primera película, y bueno, aunque suene un caos, les aseguro que no es así; el filme mantiene la atención de principio a fin y donde comienza a ponerse seria, el director Sion Sono introduce su muy particular humor. 

Alabada por su propuesta original, creativa y por la forma en que combina varios géneros cinematográficos en una sola pieza,  Why don’t you play in hell?  ha tenido gran aceptación entre los críticos y el público, consagrando a Sion Sono como uno de los mejores cineastasunderground de Japón.