Ocotlán, Jalisco

A distancia, entre sonidos de Zeta Gas, Santorini, y cremas milagrosas, la Ciénega volvió a clases este 24 de agosto. Volvió de manera virtual, bajo las reglas de la nueva normalidad y con una disputa entre hermanos por laptops, celulares y demás artefactos mediante los cuales, pueden ver a sus compañeros y maestros. 

La Directora de la Escuela Hogar en Ocotlán, Marisela Amezcua, aprovechó el Facebook para enviarle un mensaje a sus alumnos:

“Este 24 de agosto comenzaremos un ciclo escolar completamente diferente, un poco familiar, con una educación desde el hogar, como posiblemente inició Nuestra Escuela Hogar”.

Otros, como el profe Miguel Alejandro Bermúdez Frausto, conscientes de que sólo un 65% de la población en el estado tiene acceso a Internet, les habla a sus alumnos desde otras frecuencias, él lo hace a través de las ondas del 107.9 de Radio Universidad Ocotlán. 

También están, los que como el Secretario de Educación, Esteban Moctezuma, les dan a los padres de familia el tip de acompañar a sus hijos durante las clases en línea, un tip que muy probablemente no le agrade a los patrones de los padres que trabajan. 

Señala una madre jamayteca:

“Para las mamás que trabajamos sí va a ser muy complicado, porque para la mayoría no se nos van a acomodar los horarios de nuestros trabajos con los de las clases virtuales, en mi caso tengo hijos en tres niveles distintos de educación, en primaria, secundaria y preparatoria”.

En una clase virtual de secundaria los alumnos coinciden en que ya quieren regresar a clases presenciales, aunque algunos no niegan que en privado se pasan tips para fingir que están en línea, mientras toman una siesta. Un niño de primaria está emocionado porque las clases en línea se parecen mucho a un viaje espacial. Un maestro está desesperado porque no entiende por qué se cayó Zoom. Un padre de familia asiste por primera vez a clases de secundaria, acompaña a su hijo en esta travesía virtual.

Así, a distancia, 2 millones de jóvenes en el estado regresaron a clases. Los que sí asistieron a las aulas, fueron las personas que vandalizaron las instalaciones del Núcleo ECOS Escritores Mexicanos en Jamay, aprovechando que no había nadie.

Afuera se escuchan dos vecinas hablar, sirenas de ambulancias, música de fiesta, y un vendedor de pomada sanadora de cáncer, de sida, y con un poco de suerte, de COVID-19.