Ocotlán, Jalisco.

El pasado 22 de julio decenas de jamaytecos celebraron la fiesta de Santa María Magdalena, que es la fiesta más antigua de la población, y que evoca a los tiempos en que el municipio se dividía en barrios antagónicos: el Copal, donde estaban los oriundos de la región, y el guanajo, donde estaban asentados los mestizos. 

La fiesta es organizada principalmente por tres familias, la familia Jiménez, del Estado de México; y Rodríguez, y Mendoza de Jamay. Esto ha sido así desde hace más de 50 años, solo que en esta ocasión, hubo cubrebocas de por media, en casi todos los casos. 

Hablamos con el cronista del municipio, Cruz Fernando Bañuelos López, quien nos habló de esta tradición:

“Esta fiesta de Santa María Magdalena tomó muchísimo auge desde el 54-56, con la familia Rodríguez, con Don Jesús, doña Joaquína, que se hacen de unos compadres de Toluca y con ellos comienzan a dar más fuerza y más fuerza a esta tradición”

El también director de Casa de Cultura, dijo que aunque este año algunas actividades no se pudieron llevar a cabo como de costumbre, el esfuerzo de las familias, de la población y el Ayuntamiento está encausado a que estas fiestas permanezcan, ya que son un tesoro cultural.

Dos imágenes de Santa María Magdalena, primera patrona de Jamay, fueron llevadas en procesión desde el templo, hasta el canal ballesteros, donde se llevó a cabo la tradicional danza entre moros y cristianos, que la tradición dice que eran representados por copaleros y guanajos.

También se llevaron a cabo unas competencias amistosas de regatas, una disciplina que aunque actualmente cuenta con un exponente a nivel nacional, Daniel Rangel, se encuentra en riesgo debido a los bajos niveles de los cuerpos de agua en la zona, así lo comentó Fabián Velasco participantes en las regatas:

“Esta disciplina ha ido perdiendo fuerza, esto por las condiciones de la Laguna, como ha bajado el nivel, no se presta. Para acceder, por ejemplo, se tienen que construir muelles muy seguido y son costosos”

Otro año más, esta fiesta reunió a decenas de pobladores devotos de la primer patrona de Jamay.