El Análisis |  El valor de la voluntad




Ocotlán, Jalisco

Ante la pandemia que vivimos, es relevante destacar el valor de la voluntad. Si existe voluntad, todo es posible. Entonces, debemos creer en lo valioso que significa focalizar nuestra voluntad en el cuidado de nuestra salud y por lo tanto, en el cuidado del otro. Si me cuido, estoy cuidando al prójimo. 

El cuidado personal se transforma en el cuidado social. La potencia de la voluntad, puesta en superar esta adversidad, generará aprendizajes extraordinarios en la vida de cada uno de nosotros. 

El filósofo griego Eurípides, (nació en Salamina en el 480 a.C. y falleció en Pella en 406 a.C.), en una de sus obras llamada “Hipólito”, le dio vida al personaje de Fedra, entre otros. 

En dicha tragedia clásica griega, que fue estrenada en Atenas en el año 428 a.C., Fedra en una de sus intervenciones dice: “Sabemos y comprendemos lo que está bien, pero no lo ponemos en práctica, unos por indolencia, otros por preferir cualquier clase de placer al bien”. 

En aquel tiempo si se sabía y se comprendía lo que estaba bien y no se hacía, para Fedra aparecía la indolencia. Quienes saben y comprenden pero no hacen, son susceptibles de caer en la dejadez, en la pereza, en la apatía, en el egoísmo. 

Saber y comprender el valor de la salud nos permite actuar en consecuencia, por consiguiente, dichos comportamientos expresan la presencia del bien entre nosotros y no dan lugar a lo contrario, narrado de forma impactante por Eurípides. 

El bien vive entre nosotros. Se manifiesta cuando su aparición es fructífera, noble, digna, productiva, respetuosa y transparente para la persona que realiza alguna actividad, que puede ser en el orden de su intimidad como en su relación con lo externo, en donde se vincula con los demás. 

El ánimo constructivo se cultiva. Cuando se pone voluntad las cosas salen bien, el ser humano voluntarioso sale adelante, crece. Es loable lograr algo cuando la voluntad ha sido protagonista central de lo alcanzado. El esmero hacia lo positivo trae buenos augurios. 

Saber y comprender clarifica el hacer y la voluntad creadora se potencializa cuando estos verbos se unen y se viven. La voluntad ciudadana también puede ejercer su protagonismo conviviendo con dichos verbos. Ciudadanos dispuestos a cuidarse, sociedades dispuestas a vencer los infortunios. 

Por Marcelo Pedroza