"No quiero ser otra mujer que muere y pasa desapercibida"



Guadalajara, Jalisco.

Un total de nueve martillazos en la cabeza y dos puñaladas fue lo que sufrió Sandra Alicia García Covarrubias por parte de su esposo, sin embargo las autoridades encargadas de impartir justicia en el Estado de Jalisco decidieron declararlo inocente, para las autoridades la agresión fue un simple rasguño, explicó la víctima, quien teme por su vida porque además no emitieron orden de protección.

“En cuanto supe que él quedaba libre me vino a la menta esa chica de Casa Jalisco y dije no, yo no quiero ser una más, yo no quiero ser otra mujer que muere y que pasa desapercibida

Todo comenzó con un par de bofetadas, cuando tenían 14 años de casados, el esposo de Sandra García, que actualmente se encuentra libre, la golpeo por primera vez, los años pasaron y los abusos psicológicos continuaron y aumentaron.

Después de varios años de padecer abusos y agresiones decidió pedir el divorcio y a cambio recibió una agresión que casi la lleva a la muerte.

“Estaba yo volteada a la estufa cocinando cuando el llegó con la niña, con mi nieta de seis años, la niña entró al cuarto, él se fue para el patio, llega con el martillo en la mano, yo estaba de espaldas, y me da el primer golpe en la cabeza, en esta parte, me sorprendí entonces volteo y me dio el segundo golpe en el ojo, al dármelo pues obviamente con tanta fuerza sentí yo que me había explotado el ojo, empieza a seguir golpeándome, golpeando golpeando y yo ponía la mano, me pego en la boca, en la mano y yo empecé a gritarle a la niña que pidiera ayuda

A decir de la señora Sandra García, el agresor que aún sigue siendo su esposo porque no ha podido divorciarse, tuvo tratamiento psiquiátrico, pero decidió dejarlos porque fue más fuerte su adición por el alcohol.

“Intento correr y me resbalo con mi propia sangre porque era mucha, ya me había dado todos los golpes, fueron nueve golpes en toda la cabeza y la boca, cuando me resbale él soltó el martillo y agarró un cuchillo y se fue tras de mi, yo estaba en la sala hincada, llegó por atrás y me dio una puñalada en la espalda y a la segunda vez que intentó darme otra se le quebró el cuchillo, entonces se regreso a la cocina por el martillo y fue cuando dije no me puedo quedar aquí me va terminar me va matar”

La nieta de Sandra fue quien salió a pedir ayuda a los vecinos, el agresor, su abuelo, se detuvo al ver a más personas, subió a su automóvil y huyó.

La agresión relatada por Sandra fue en el año 2017, el agresor estuvo tres meses prófugo de la justicia, después es capturado y lo meten a la cárcel por dos años mientras el caso se resolvía.

Sin embargo el juicio final que se realizó el pasado 4 de julio el agresor fue puesto en libertad.

“El día del juicio todos los testimonios fueron a mi favor y mostraron fotografías de las manchas de sangre, la criminalística, comparación de la sangre con mi ADN, todo a mi favor, yo tenía la esperanza que aún cuando el psiquiatra lo hubiera diagnosticado con un trastorno mental, que a él lo atendieran que lo mandaran a un hospital donde fuera atendido psiquiátricamente pero no fue así, ese día, el día del falló los jueces, me sorprendió cuando lo declararon inocente de los cargos”

Además los jueces no emitieron ni siquiera una orden de restricción, Sandra García al salir de los juzgados salió templando de miedo porque sabía que se enfrentaba al peligro de ser atacada nuevamente e incluso de perder la vida.

No me dieron orden de restricción pero los ministerios públicos me facilitaron un documento en donde fui con el a la comisaria, a la curva y me dieron el botón de pánico por la situación tan peligrosa que estoy viviendo y pues están constantemente dando rondines en la casa”

Los golpes dejaron secuelas, Sandra García ha tenido cuatro cirgugías para restaurarle el lagrimal y el parpado, la boca y los dientes están muy lastimados, los maeros y dolores de cabeza son constantes.