Al menos unas 150 familias que habitan en el bastión del recapturado narco mexicano Joaquín "El Chapo" Guzmán Loera abandonaron sus hogares en días recientes por temor a ser víctimas del fuego cruzado entre grupos criminales, informaron autoridades.

Las familias viven en las comunidades de Arroyo Seco, La Palma y La Tuna, que forman parte del municipio de Badiraguato y donde vive la madre del fundador del cartel de Sinaloa.

"Alrededor de 150 familias" de dichas comunidades enclavadas en la zona serrana del estado de Sinaloa (noroeste), abandonaron sus hogares "precisamente por el posible enfrentamiento que pudiera haber entre dos bandas rivales", dijo el alcalde de Badiraguato, Mario Valenzuela, sin precisar los nombres de esas organizaciones criminales.

Los pobladores desplazados dijeron a las autoridades que habían recibido un mensaje de alguno de esos grupos rivales en el sentido de que "si había un enfrentamiento afectaría a civiles", apuntó el jueves a la prensa el alcalde.