Un grupo de once conductores del servicio de transporte Uber fueron agredidos por desconocidos en las inmediaciones del aeropuerto de la capital mexicana, un ataque del que los taxistas organizados de la ciudad se deslindaron este miércoles.

Unas 50 personas agredieron la tarde del martes con piedras, palos, harina y huevos a once vehículos de Uber que esperaban en una calle aledaña el aeropuerto a usuarios que habían solicitado sus servicios.

En la trifulca, un grupo de "choferes fueron lesionados, pero no de gravedad" y alrededor de 11 unidades quedaron dañadas, algunas con los vidrios rotos y seriamente abolladas, dijo a la AFP Lorena Villarreal, vocera de Uber.

La ejecutiva indicó que aún se desconoce si los agresores eran vecinos del barrio donde se ubica el aeropuerto o taxistas inconformes.

"Lo sucedido es un ataque gravísimo a la libertad y al derecho de todos de ganarse la vida de manera digna", dijo Uber en un comunicado de prensa difundido en redes sociales.

La firma calificó el evento como "vandálico" y consideró que es "absolutamente injustificable" tomar la ruta de la violencia.

Los taxistas organizados de Ciudad de México rechazaron haber protagonizado el ataque.

"Es muy lamentable este hecho", pero "no lo podemos condenar" porque la agresión fue originada porque los vecinos "se quejaban de que las personas que prestan este servicio hicieran base" (estacionarse) frente a sus casas, dijo Felipe de la Cruz, uno de los voceros de Taxistas Organizados de la Ciudad de México durante una manifestación.

Los taxistas organizados realizaron el miércoles una manifestación en una céntrica avenida para reiterar su rechazo Uber, que consideran una competencia ilegal.

El vocero del gremio de taxistas, que dice agrupar a unos 60.000 conductores, señaló que Uber no tiene autorizado hacer base en ningún punto de la ciudad.

Por su parte Patricia Mercado, secretaria de Gobierno del Distrito Federal, dijo el miércoles a Radio Fórmula que habrá "castigo para los responsables" del ataque, pero también advirtió que "uno de los acuerdos" con Uber "es que no pueden hacer base".

La estadounidense Uber, creada en 2009 y presente en 54 países, entró hace 21 meses a Ciudad de México, una de las megaurbes más caóticas del mundo pero también un atractivo mercado.

En julio pasado, el gobierno capitalino publicó la reglamentación que regula a este nuevo tipo de transporte, una normativa contra la que los taxistas han interpuesto varias demandas pues no la consideran suficientemente restrictiva.