Conoce a María de Jesús Patricio, la mujer indígena que será candidata a la presidencia de México




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Ciudad de México, México.

María de Jesús Patricio, madre de 53 años, busca ser la primera mujer aborigen en México en enfrentar a la élite política en las próximas elecciones presidenciales para defender a los pueblos originarios y sus territorios.

En un país profundamente machista, racista y clasista, "Marichuy" -como le llaman sus allegados- tendrá que jugar con las cartas de ser mujer, indígena y originaria de una comunidad pobre, para pelear la contienda contra los dinosaurios del establishment.

Concejo Nacional indígena elige su candidata para el 2018 y es originaria de Tuxpan, Jalisco

Así, Patricio hizo un paréntesis en su vida familiar y en su práctica de la medicina herbolaria para desafiar el prejuicio de que la mujer está "arrinconada" para ser un personaje "de segunda o de tercera", cuyo quehacer se limita a la casa y la familia.

"Usaremos las herramientas que han usado los que están en el poder, porque por años ellos han usado esas herramientas para manipular a la gente e imponerles", dice en entrevista con la AFP.

"Nuestra idea es echarles a perder la fiesta (de las elecciones), porque para ellos es una fiesta pero para el pueblo, pues no, ¿verdad?", agrega.

Patricio, que nació en la etnia náhuatl de Tuxpan, Jalisco, es vocera del Congreso Nacional Indígena (CNI), que reúne a casi medio centenar de pueblos y tribus de México.

Por iniciativa de la exguerrilla del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), el CNI la eligió para buscar la candidatura presidencial en 2018.

Ese año por primera vez podrán participar candidatos que no pertenezcan a ningún partido político. Para ser uno de ellos, Patricio deberá cumplir con una serie de imbricados requisitos, como reunir casi un millón de firmas por todo el país.

Pero para "Marichuy", el objetivo no es reunir las firmas ni ganar la presidencia, sino aprovechar la oportunidad para "organizar a comunidades (indígenas) vecinas, hermanas, llevar la información" sobre un nuevo movimiento que proponga un modelo de gobierno en el que "el pueblo decida el destino de México".

"No vamos con miras a ocupar el poder, no. Más bien nuestra tirada es llegar abajo, con toda esa gente, recorrer todo el país e ir escuchando la situación que están viviendo", explica.

- "Quitar al capitalismo" -

"Por años, las comunidades parece que no son escuchadas, ni vistas, ni se les resuelven los problemas. Al contrario, se van agudizando más los problemas" que las marginan, como la pobreza, la destrucción de sus territorios, la falta de acceso a la salud, la educación y la justicia, dice Patricio con su voz tenue.

Los indígenas "se están muriendo y como si no pasara nada, porque de esto no se dice nada allá arriba" en las cúpulas del poder, dice indignada. "Nos están desapareciendo quedito", denuncia.

Patricio tiene claro que debe "quitar el sistema actual capitalista" para poder "luchar por la vida, que es no solamente para las comunidades sino para todos los mexicanos".

La batalla de Patricio, al igual que la de todos los pueblos indígenas, es por la defensa del agua, el aire y el suelo por encima de los intereses de las empresas. "Están destruyendo toda la naturaleza y eso es lo que nos da vida", sostiene.

- "Con mente y corazón" -

¿Busca implantar un modelo comunista? Se torna pensativa un momento y responde sonriendo: "No sé cómo le podrían llamar ustedes, pero yo digo que más bien es (un sistema) organizativo".

"Marichuy" solo terminó el bachillerato y nunca se imaginó ser precandidata a la presidencia. Tampoco se asume como un modelo para otras mujeres.

"Yo digo que, como yo, hay más mujeres que están en la lucha, solamente que no se han visto", asegura.

Patricio no asistió sola a la entrevista con la AFP. A su lado llegaron varios miembros del CNI que tomaron la palabra, entre ellos una aguerrida anciana náhuatl de Tepoztlán.

"Nuestra candidata es una mujer que tiene la fuerza, tiene mente, tiene corazón. Tiene un buen espíritu de lucha", aseguró la mujer de 79 años, frunciendo el ceño.