El Congreso mexicano aprobó este jueves una controvertida legislación que permite que agentes migratorios y aduanales de otros países porten armas en su territorio, una iniciativa duramente criticada por la oposición, que cree que obedece a presiones del vecino Estados Unidos.

Con 288 votos a favor, 82 en contra y nueve abstenciones, la Cámara de Diputados completó esta reforma a la Ley de Armas de Fuego y Explosivos, propuesta por el presidente Enrique Peña Nieto (Partido Revolucionario Institucional, PRI).

Los cambios permitirán que agentes aduaneros, migratorios y también los que forman parte del círculo de seguridad en visitas de mandatarios extranjeros puedan llevar armas de un calibre hasta .40 mm en ciertos lugares establecidos.

"No se está dando una carta libre a agentes extranjeros, se establece una regulación muy estricta", sostuvo en el debate el diputado Víctor Díaz, del PRI.

El objetivo de la reforma, según sus promotores, es que se puedan revisar conjuntamente las mercancías en las aduanas para ahorrar trámites en el país de destino y se haga lo mismo con los controles a viajeros en tránsito internacional, todo ello para agilizar el comercio y la migración.

Sin embargo, el opositor Partido de la Revolución Democrática (PRD, izquierda) considera que la reforma responde a la desconfianza del gobierno de Estados Unidos hacia la seguridad que da México a los más de 3.000 km de frontera común.

"Las reformas representan una clara imposición desde el exterior a nuestro país", afirmó la diputada del PRD Lizbeth Rosas, que puso en duda que se llegue a aplicar la "reciprocidad" que establece la ley para que los mismos agentes de seguridad mexicanos también puedan estar armados en otros países.

"A la fecha de esta discusión, no conozco ningún Congreso en el mundo que esté en este mismo tema y misma situación en la que Estados Unidos está colocando a México", señaló Rosas.

El PRD afirmó que la reforma incluso puede ser "una amenaza para la seguridad nacional" y recordó casos de muertes de mexicanos a manos de guardias fronterizos estadounidenses, como la de un estudiante de 14 años en 2010 que, según testigos, lanzó piedras a los agentes y en respuesta fue baleado.

La frontera entre Estados Unidos y México es la más transitada en el mundo, con 350 millones de personas al año.

México es el tercer socio comercial de Estados Unidos, detrás de China y Canadá, con unos 500.000 millones de dólares al año en intercambios que, en un 70%, se llevan a cabo a través de la frontera común.

Por esa franja también existe un flujo constante de migrantes indocumentados y drogas ilícitas de México hacia Estados Unidos y de armas y dinero ilegal en el sentido contrario.