El sanguinario cártel mexicano de Los Zetas mató e incineró a varias víctimas que traían del exterior en la controvertida cárcel de Piedras Negras, Coahuila (norte), entre 2009 y 2012, informó la fiscalía estatal al anunciar la orden de detención contra cinco de sus presuntos responsables.

Con base en los testimonios de 42 internos, algunos de ellos autores confesos, la fiscalía supo que durante los años de autogobierno de ese penal -ubicado en la frontera con Texas (Estados Unidos)- en su interior "se privó de la vida a varias personas y fueron incinerados sus cuerpos".

Por ahora, la dependencia tiene confirmado que al menos siete personas desaparecieron y fueron asesinadas dentro del penal, cuyas cenizas eran aparentemente trasladadas y vertidas a un río cercano.

Y se acusa al 'zeta' Ramón Burciaga Magallanes, alias "El Maga", de ordenar esos crímenes con la ayuda de los otros cuatro hombres, todos imputados ahora por esos crímenes.

Sin embargo, la fiscalía precisó en su comunicado que se siguen realizando diligencias "para dar con el paradero de más personas que tienen reporte de desaparición y que, de acuerdo a testimonios, fueron trasladadas al centro penitenciario para privarlas de la vida" desde el exterior.

En su inspección al centro, la dependencia encontró fragmentos óseos de los que "por su grado de calcinación" no pudo determinar su origen.

La fiscalía no precisó si los acusados están formalmente detenidos.

El comunicado añade que los Zetas también usaban el interior del penal para fabricarse uniformes y modificar la carrocería y pintura de vehículos.

Piedras Negras es recordada en México por la escandalosa fuga masiva de 132 de sus reos en septiembre de 2012, la mayor fuga registrada en una cárcel del país.

De hecho, la fiscalía de Coahuila dijo que hay más personas involucradas en los asesinatos e incineraciones en el penal de Piedras Negras que justamente se fugaron del centro ese día, algunas de las cuales ya han sido recapturadas.

Este episodio vuelve a revelar la crisis del sistema penitenciario mexicano, que se ha visibilizado con motines brutales como el que hubo en febrero en la cárcel de Monterrey (norte) dejando 49 muertos, o con la segunda fuga el año pasado del ahora recapturado capo Joaquín "El Chapo" Guzmán.

Coahuila, como muchos estados del norte de México, se ha visto afectada por la violencia que generan los cárteles de droga en su disputa de rutas hacia Estados Unidos.