Las autoridades de México pidieron este jueves ayuda a la población para localizar un pequeño contenedor con Iridio-192, una fuente radiactiva de uso industrial "muy peligrosa", que fue robado en el estado de Tabasco (sureste) y generó alerta en el sur del país.

La secretaría de Gobernación alertó la noche del miércoles que el material radioactivo fue sustraído dos días antes de una camioneta de la empresa Garantía Radiográfica e Ingeniería en el municipio de Cárdenas (250.000 habitantes), a unos 700 km de Ciudad de México.

Las autoridades sospechan que, como ha sucedido en al menos otros tres robos similares desde 2013, los ladrones no eran conscientes del material radioactivo potencialmente mortal del que se estaban apoderando. 

"Cada una de estas unidades que, en algún momento, por cualquier razón, han desaparecido del resguardo de las empresas que las tienen a su cargo, las hemos rescatado con ayuda de la población", afirmó el coordinador nacional de Protección Civil, Luis Felipe Puente.

Un alto funcionario de la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear dijo a la AFP que el contenedor con el material radioactivo fue uno de los objetos robados del interior de la camioneta, que en ese momento estaba en el estacionamiento de una zona residencial. 

Los ladrones no huyeron con ese vehículo sino con otro que había en ese momento en la zona y que también robaron, explicó Christian Romero, subdirector de Impacto Radiológico y Emergencia de la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear.

"Los ladrones no se dan cuenta de lo que están robando", estima Romero.

El Iridio-192, utilizado en la práctica de radiografía industrial móvil, es un elemento radiactivo que puede causar quemaduras, graves enfermedades e incluso muerte. La sustancia es utilizada para tratar el cáncer o en medidores industriales para soldaduras.

El contenedor, marcado con letras rojas que advierten del contenido radioactivo, es parecido a una caja de herramientas, de 50 cm de largo por 30 de ancho. En su interior resguarda una pequeña cápsula de dos centímetros de largo con un radio de medio centímetro con el material radioactivo adentro. 

El contacto con la caja sellada, difícil de abrir si no se cuenta con herramientas especializadas, no representa riesgo para la salud, pero la cercanía directa con la sustancia radioactiva "podría llegar a ser fatal", avisó Romero.

Más medidas de seguridad 

Las autoridades mexicanas solicitaron que, en caso de que alguien encuentre el contenedor, dé aviso de inmediato y establezca un perímetro de seguridad con radio mínimo de 30 metros.

Además de Tabasco, la alerta por el robo fue extendida a los estados de Veracruz, Campeche (este), Chiapas y Oaxaca (sur).

Consultado sobre si no existen requisitos de protección privada o pública en el transporte de este tipo de material, Romero señaló que no se le considera suficientemente peligroso siempre que sea mantenido dentro del contenedor.

El funcionario dijo que sería demasiado caro para las empresas proveer de seguridad a un material que se transporta constantemente por el país.

Sin embargo, "estamos buscando la manera de poner más restrictivos los requerimientos a las personas que solicitan este tipo de fuentes", señaló.

Historial de robos 

Este caso es el último de una serie de robos que involucraron material peligroso en México.

En diciembre de 2013, un grupo de ladrones -entre ellos un menor- hurtó un camión que transportaba equipo médico en desuso, aparentemente ignorando que contenía 60 gramos del isótopo altamente radioactivo cobalto 60.

Cinco personas fueron arrestadas, hospitalizadas y dadas de alta por este caso luego que las autoridades recuperaron el material tóxico. 

En esa ocasión, el Organismo Internacional de Energía Atómica emitió una alerta calificando al material de "extremadamente peligroso" e instó al gobierno de Estados Unidos a seguir de cerca la situación.

En febrero pasado, las autoridades lograron recuperar en Hidalgo (centro) tres camionetas que habían sido robadas con material radiactivo para uso industrial. En todos estos casos se determinó que los ladrones buscaban robar sólo los vehículos e ignoraban la peligrosidad de la carga.