La detención de otro jefe narcotraficante mexicano volvió a desatar el miércoles balaceras y bloqueos de carreteras en tres municipios del convulso estado de Tamaulipas (noreste), con un saldo de cuatro policías heridos, informaron autoridades.

Al igual que ocurrió el pasado viernes en la ciudad fronteriza de Reynosa (Tamaulipas), los enfrentamientos del miércoles se produjeron cuando sicarios trataron de rescatar a su jefe.

Esta vez, el detenido fue Antonio Hato Maya, líder de plaza del Cártel del Golfo en Altamira, un municipio del sur de Tamaulipas de más de 200.000 habitantes, dijo a la AFP una fuente del gobierno federal.

En el operativo -efectuado por el ejército y la policía local- también fueron capturados tres de sus cómplices, precisó en un comunicado el Grupo de Coordinación Tamaulipas, que integra las fuerzas de seguridad desplegadas en esta región.

Tras las aprehensiones, sicarios tomaron vehículos -algunos de los cuales fueron incendiados- para bloquear accesos viales a los municipios de Altamira, Madero y Tampico "en un intento por evitar que los detenidos fueran llevados a la Ciudad de México", señaló el grupo.

Después de tres horas, las autoridades lograron controlar la violencia. "Cuatro elementos de Fuerza Tamaulipas (policías) resultaron heridos, pero ningún ciudadano civil", detalló.

La captura se realizó en Altamira, a 470 km al sur de Reynosa y 525 km al noreste de Ciudad de México. Los sicarios trataron de que Hato Maya no fuera llevado al aeropuerto de Tampico para su traslado a la capital, señaló una fuente de la fiscalía de Tamaulipas.

El pasado viernes, miembros del cártel del Golfo atacaron también a fuerzas de seguridad en reacción a la captura de uno de sus jefes, desatando balaceras callejeras en Reynosa -limítrofe con la estadounidense McAllen (Texas, sur)- que dejaron tres muertos y aterrorizaron durante horas a la población.

En esa operación fue detenido José Tiburcio Hernández, alias "El Gafe", considerado el jefe de una de las tres facciones del cártel del Golfo que pelean por el control total de esta organización.

Numerosas localidades de Tamaulipas viven desde hace años con el latente peligro de que se desaten este tipo de enfrentamientos, ya sea entre grupos rivales del narcotráfico o entre éstos y fuerzas de seguridad.

El cártel del Golfo es la organización históricamente dominante en Tamaulipas, pero en los últimos años se ha venido debilitando por su enfrentamiento con sus antiguos aliados de Los Zetas y la detención de sus máximos líderes. 

La lucha militarizada contra el crimen organizado que lanzó el gobierno en 2006 provocó una ola de violencia que ha dejado más de 80.000 muertos y 22.000 desaparecidos en México.