Humberto Moreira, exgobernador del estado de Coahuila (norte) y exlíder del Partido Revolucionario Institucional (PRI), regresó este miércoles a Ciudad de México procedente de España, donde había sido detenido para ser investigado por blanqueo de capitales.

"No hay acto alguno que denote la convicción o siquiera la preparación de delito alguno (...) ¡Mancharon mi honor!", dijo atropelladamente Moreira en breves declaraciones a numerosos periodistas que lo esperaban en el aeropuerto internacional de la capital mexicana.

Algunos de los viajeros que lo identificaron le gritaron "ratero" mientras elementos de seguridad trataban de mantener el orden al exterior de la terminal aérea, se observó en imágenes de televisoras locales.

El pasado 15 de enero, Moreira fue detenido en el aeropuerto internacional de Barajas-Madrid y una semana después compareció ante un juez de la Audiencia Nacional, máxima instancia judicial de España.

Moreira había sido señalado de presuntamente realizar durante 2013 transferencias a España por 200.000 dólares que, se sospecha, serían parte de un blanqueo de capitales resultado de actos criminales o corrupción.

El juez a cargo del caso consideró sin embargo que no había indicios suficientes de delito y lo dejó en libertad, pero le retiró el pasaporte y le prohibió salir del país a la espera de un eventual recurso de la fiscalía.

Tras pasar los cinco días reglamentarios y al no haberse presentado una apelación de la fiscalía, el juez ordenó el pasado martes que a Moreira se le devolviera su pasaporte y fue así como regresó de inmediato a su país.

Según fuentes judiciales en España, las pruebas contra el político mexicano no pudieron ser presentadas por estar bajo secreto pero la fiscalía asegura que seguirá investigando y recabando más elementos para eventualmente volver a llamar a Moreira.

Durante su declaración ante el juez, Moreira defendió el origen legal de estas transferencias, que se realizaron a través de empresas de su propiedad.

Moreira gobernó en el periodo 2005-2001 Coahuila, con fuerte presencia del narcotráfico, y fue líder del PRI unos meses previo a que Enrique Peña Nieto fuera electo presidente como candidato de ese partido.

Sobre este caso, el PRI y Peña Nieto se limitaron a pedir que no se anticiparan "juicios ni defensas".