El atentado contra el museo del Bardo en Túnez, que dejó 19 muertos, es un duro golpe para el sector turístico del país, que representa un 7% del PIB, y que intentaba recuperarse de una crisis profunda tras la Primavera Árabe en 2011.

"Esto no es bueno para el turismo ni para Túnez. Es malo para su economía y para el espíritu de libertad que parecía emerger" dijo a la AFP Jean-Pierre Mas, presidente del Sindicato Nacional de Agencias de Viaje en Francia (Snav).

El ataque, en el que murieron 19 personas, incluyendo a 17 turistas, provocó además 42 heridos cuando varios asaltantes abrieron fuego contra los visitantes.  

El turismo es uno de los principales motores de la economía del país y representa un 7% del PIB, según datos de la oficina de turismo del país, que estima que genera unos 400.000 empleos directos, aportando entre el 18 y 20% de los ingresos de divisas. 

Pese al renombre de muchos balnearios como Hamamet o Sfax y de localidades como Kairuán, Nabeul, Susa, que albergan un rico patrimonio histórico, el sector atraviesa una fuerte crisis desde la revolución de 2011, que obligó al presidente Zine El Abidine Ben Ali a dejar del poder. 

Instalado en un palacio de la época del Imperio Otomano, el museo del Bardo acoge a centenares de miles de visitantes cada año, y registró su mayor número en 2005, con 600.000 personas. En 2011, año de la revolución, sólo lo visitaron 100.000.

Las autoridades señalaron que el turismo tiene un efecto positivo en muchas áreas de la economía, incluyendo el comercio, los transportes, la artesanía, las comunicaciones, la agricultura y la construcción. 

En 2014, el total de turistas que ingresaron al país registró una baja del 3,2%, pasando de 6,27 a 6,07 millones en todo el año, según datos del 22 de enero del ministerio de Turismo. En 2010, el país recibía cerca de 7 millones de turistas extranjeros.

Las autoridades destacaron que se registró un alza de los viaje de turistas provenientes de Alemania, Italia y Gran Bretaña, aunque hubo una caída de las llegadas de francesas, rusos y escandinavos. 

Condena internacional 

El ministro de Turismo, Amel Karboul, había informado que varios turistas franceses habían anulado sus reservas tras los ataques de París en enero. 

"Está claro que esto no va a favorecer la recuperación" dijo a la AFP Marianne Chandernagor, presidenta del Salón Mundial de Turismo, que abre sus puertas en París el jueves. 

Por su parte, la Organización Mundial de Turismo condenó los ataques. 

"Este acto de violencia merece la condena de toda la comunidad internacional (...) estamos muy golpeados por estos terribles ataques. Los parientes y amigos de las víctimas están en nuestros pensamientos y también queremos transmitir nuestra solidaridad con el pueblo y el gobierno de Túnez", dijo el secretario general de la organización, Taleb Rifai.

Tras los ataques no hubo información disponible, de manera inmediata, sobre cuál sería el impacto potencial, a corto o mediano término, en las reservas de paquetes en Túnez.