Un documento del Ejército mexicano confirmaría que soldados recibieron la orden de matar criminales días antes de que se cometiera, hace un año, una presunta masacre militar en la localidad de Tlatlaya (centro), reportó este jueves una ONG mexicana.

El Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh) reveló el documento en una conferencia de prensa en la que hizo su primera aparición pública una testigo clave de los hechos acontecidos el 30 de junio de 2014 en Tlatlaya, en los que 22 personas murieron a manos de soldados.

En un primer momento, el Ejército dijo que los 22 muertos eran secuestradores que fallecieron en un enfrentamiento con soldados. 

Sin embargo, meses después, y a raíz del testimonio de esa testigo apodada "Julia", se determinó que al menos ocho de los muertos fueron ejecutados a sangre fría después de rendirse, lo que derivó en la detención de siete soldados.

Este jueves, el Centro Prodh mostró el documento militar fechado el 11 de junio de 2014 en el campo militar número 22-D de San Miguel Ixtapan, cercano a Tlatlaya, que aparentemente dice que los soldados deben "abatir delincuentes" en la noche.

"Las tropas deberán operar en la noche en forma masiva y en el día reducir la actividad a fin de abatir delincuentes en horas de oscuridad, ya que el mayor número de delitos se cometen en ese horario," dice el documento militar citado por el centro Prodh.

La ONG dijo que el ejército emplea el término "abatir" como eufemismo cuando quiere decir "matar".

Contactada por la AFP, la Secretaría (ministerio) de Defensa señaló que se debe corroborar la autenticidad de ese documento.

El Centro Prodh, que señala que consiguió el documento por cauces legales, se unió a los llamados de otros organismos como Amnistía Internacional (AI) para que las autoridades mexicanas investiguen si existe una responsabilidad de los mandos militares en estas muertes.