Salamanca, Guanajuato.
Un trabajador de Petróleos Mexicanos (Pemex) en la refinería de Salamanca, Guanajuato, en el centro del país, fue asesinado este jueves cuando llevaba a sus hijos a la escuela.
La empresa identificó al trabajador como Tadeo Alfonzo Rojas, quien se desempeñaba como jefe de seguridad física de esas instalaciones y habría sido atacado por hombres armados durante la mañana.
Según un reporte policial, su hijo de 15 años de edad, presenta impactos de arma de fuego en el tórax y fue trasladado a un hospital de Pemex para ser atendido, mientras que su hija tuvo una crisis nerviosa.
Las primeras versiones apuntan a que conducía su camioneta cuando sujetos armados a bordo de motocicletas se emparejaron y le dispararon.
El director general de Pemex, Carlos Treviño, lamentó y condenó el crimen.
"Estaremos muy pendientes de la salud y el bienestar de su familia, así como del cauce de las investigaciones", dijo el funcionario en Twitter.
Lamento profundamente y condeno el asesinato del Cap. Tadeo Lineol Alfonzo Rojas, jefe de departamento de Seguridad Física de @Pemex en Salamanca. Estaremos muy pendientes de la salud y el bienestar de su familia, así como del cauce de las investigaciones. DEP pic.twitter.com/3tJsbUTI76
— CarlosATrevinoM (@CarlosATrevinoM) 25 de enero de 2018
Más tarde Pemex condenó "de manera enérgica el ataque" en un comunicado. "Esta empresa se mantendrá atenta y colaborará plenamente con las investigaciones del caso", añadió la petrolera.
#Pemex condena ataque a funcionario de la empresa en Salamanca, Guanajuato https://t.co/VFjGfJCKII pic.twitter.com/gVLihv0N9o
— Petróleos Mexicanos (@Pemex) 25 de enero de 2018
Pemex se ha visto sacudida en años recientes por el robo de combustible, una actividad en la que estarían involucradas bandas dedicadas también al tráfico de drogas.
Guanajuato, uno de los estados donde también funciona el sector manufacturero mexicano orientado a la exportación, es disputado por los poderosos cárteles Jalisco Nueva Generación, Sinaloa y Los Zetas, según autoridades de seguridad.
En septiembre del año pasado fueron asesinadas ocho personas, entre ellas cuatro policías, y en agosto, otros tres uniformados de Salamanca fueron secuestrados y posteriormente ultimados. Además, el director de la policía de Celaya fue asesinado junto con su guardia de seguridad.