Greifswald, Alemania

A pesar de las diferencias que Alemania mantiene con Estados Unidos en asuntos como el cambio climático y de las reticencias del presidente Donald Trump a defender el libre comercio, la canciller, Angela Merkel, se mostró dispuesta ayer a mantener estrechas relaciones económicas con ese país.

"Nosotros estamos abiertos a volver a retomar las negociaciones sobre el acuerdo de libre comercio con Estados Unidos", señaló ayer la mandataria en un acto celebrado en la ciudad de Greifwald, en el noreste del país.

Durante su intervención, Angela Merkel se mostró convencida de que el bienestar y el libre comercio no son incompatibles.

"Para Alemania el libre comercio y el comercio justo tienen una gran importancia. Por eso nos oponemos a las tendencias proteccionistas que existen. Estas pueden conducir a éxitos en el corto plazo, pero a medio o largo plazo son perjudiciales", recalcó en lo que parecía una alusión directa al presidente estadounidense, Donald Trump.

En opinión de la dirigente, en materia de acuerdos comerciales de carácter internacional no se trata de rebajar los estándares o los controles. "El acuerdo con Canadá (CETA) ha demostrado que son posibles pactos sociales, ecológicos y respetuosos con los consumidores", indicó en relación al tratado que la acordó la Unión Europea (UE) con el país.

"Por eso creo que si dos mercados grandes, como son el europeo y el estadounidense, sellan un acuerdo, éste servirá para marcar estándares para otros acuerdos comerciales que se firmen a escala global", agregó.

Trump se muestra escéptico con la firma de nuevos acuerdos de libre comercio y es partidario de revisar aquellos que Washington ha sellado en el pasado porque entiende que son perjudiciales para los intereses de su país. En este sentido, el dirigente multimillonario anunció la renegociación para agosto del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Nafta), que desde 1994 vincula a Estados Unidos con sus vecinos México y Canadá.

La UE y Estados Unidos llevan más de tres años negociando el Acuerdo de Libre de Comercio entre la UE y Estados Unidos, conocido como TTIP, un tratado del que el ex presidente Barack Obama era un fiel defensor y que pretendía dejar prácticamente cerrado antes de finalizar su mandato pero que ahora está en el aire.