Pese a más de un siglo de uso, no hay respaldo científico para cañones antigranizo
Fotografía: Archivo




Guadalajara, Jalisco. 

Son de diversos tamaños y hasta modelos, cada que se detonan suenan como si de una fiesta patronal cercana estuvieran lanzando pirotecnia al cielo, pero no es el caso, se trata de cañones antigranizo altamente utilizados en México, y Jalisco no es la excepción, son populares entre agricultores del Sur del estado, principalmente de aguacate, que los utilizan con la creencia de que inhibirá las tormentas y el granizo potencialmente dañino para sus cultivos.

De acuerdo con Fernando García García, investigador del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM, todavía no existe evidencia científica que demuestre que en verdad son capaces de modificar las condiciones atmosféricas locales.

"Si la hipótesis de la onda sónica que destruye las partículas de granizo funcionara, yo debería observar aumento en la lluvia, no disminución, entonces tampoco hay evidencia de que esto ocurra, de que destruya el granizo, no hay evidencia de que genere más lluvia, no hay evidencia de que espante las nubes, no hay evidencia científica probada".

A decir del investigador durante una charla virtual, los cañones antigranizo son artefactos que comenzaron a utilizarse a finales del siglo 19 en Europa, pero cayeron en desuso tras causar accidentes mortales al momento de detonarse, además de no mostrar eficiencia. 

García García explicó que su funcionamiento es cuestionable, pueshay otros fenómenos naturales que, al igual que los cañones antigranizo, generan ondas sónicas como son los relámpagos durante las tormentas, sin embargo no por eso deja de granizar.

"Qué mejor ejemplo que un rayo que genera una cantidad de energía millones de veces por encima de la que puede generar cualquier cañón y la luz, el calor generado de esa energía sónica, lumínica, impresionante, entonces por qué si la onda sónica puede romper las partículas de granizo, ¿por qué los rayos, los truenos, no la rompen?"

El especialista recordó que los fenómenos hidrometeorológicos son complejos e inciden muchos factores sobre ellos, de ahí que atribuir modificaciones en su comportamiento a la activación de un cañón no es concluyente.