Más de 500 personas acuden a un comedor comunitario en San Juan de Dios, por falta de dinero




Guadalajara, Jalisco.

El comedor comunitario que sostiene la asociación civil Colegio de Especialidades en el barrio de San Juan de Dios, atiende cada día a alrededor de 500 personas, a quienes en forma prácticamente gratuita, se les dan desayunos, comidas y cenas.

En la elaboración de los alimentos, apoyan prestadores de servicio social de la Universidad de Guadalajara (UdeG), entre ellos trabajadoras sociales y psicólogos, en una finca ubicada en la calle Insurgentes número 41, casi esquina con Gómez Farías, a un par de cuadras de la plaza de los Mariachis.

A quienes reciben los alimentos se les pide una cooperación de 2 pesos por comida, pero muchos que están desempleados o que no tienen casa, no pueden aportar ni esa cifra, lo que habla de la situación de pobreza existente en un barrio céntrico de Guadalajara, señaló Galia Vanesa Hernández, quien es prestadora de servicio social de la carrera de trabajo social.

Quienes buscan alimentos calientes en el comedor son personas que laboran en la zona, muchos de ellos son vendedores ambulantes, personas que trabajan en la limpieza de casas o sexoservidoras, cuya situación económica las orillan a solicitar apoyo para el sostenimiento propio o de sus familias, dijo Vanesa Hernández.

Érika Marín es empleada doméstica, tiene tres hijos y lo que gana como sueldo, no le alcanza para darle de comer a sus pequeños. Por eso es asidua visitante del comedor.

En la misma zona, en la calle Obregón y Churubusco funciona un consultorio médico, donde también se ofrece atención de un doctor y una enfermera, Jéssica Mejía, quien también es prestadora de servicio social de la Escuela México Americana, quien señaló que los pacientes de la zona no tienen Seguro Popular, pues algunas veces ni siquiera tienen acta de nacimiento o identificaciones.

Los voluntarios que operan el comedor comunitario y el dispensario médico buscan ahora instalar un albergue para las personas que viven en las calles de San Juan de Dios. Ya recibieron en préstamo una finca, en la calle Gómez Farías, pero está en el abandono y requiere ser rehabilitada.


Ignacio Pérez Vega