Si La Luz del Mundo asume papel de ser “víctima de un ataque”, podría fortalecerse, señala investigadora del CIESAS
Fotografía: Ulises Ruiz - AFP




Guadalajara, Jalisco.

La característica de la iglesia La Luz del Mundo (LLDM) de “ser secretiva” propicia que actos de abuso sexual puedan cometerse y que los feligreses crean que su líder “es inocente” de las acusaciones que se le hacen, consideró la antropóloga Patricia Fortuny, académica del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), quien durante 20 años estudió a ese culto religioso.

La investigadora, autora del libro “Los Otros Hermanos. Minorías religiosas protestantes en Jalisco”, señaló que la acusación contra Naasón García, líder de la LLDM, no le sorprende, ya antes hubo acusaciones en contra de Samuel Joaquín, líder de La Luz del Mundo, hasta su muerte, en 2014.

“Una de las características de la iglesia como institución es ser secretiva, como lo fue la iglesia católica hasta hace muy poco. Secretiva sobre todo de ese tipo de acciones y ya ve que dicen que en 1997, cuando yo estaba estudiando a la iglesia, se acusó al padre de Naasón,  (Samuel Joaquín), de delitos sexuales similares. En esa ocasión pudo defenderse porque los hechos sucedieron en este país y él pudo utilizar sus redes de poder, pero en este caso Nassón no podrá usar sus redes de poder mexicanas”, dijo.

Sin embargo, la especialista advirtió que las autoridades federales y locales tienen que tomar acciones para evitar la polarización entre católicos y feligreses de La Luz del Mundo, ya que en redes sociales circulan mensajes de odio en contra de seguidores de ese credo, cuando una cosa es la jerarquía y otra, son los integrantes de la iglesia.

“Lo que me parece bastante criticable es que la población católica se polarice y empiece a ejercer violencia en las redes sociales contra la feligresía de esta iglesia. La feligresía es un nivel y los líderes son otros. La feligresía se va a poner a orar para que se reúnan los 25 millones de dólares o para que absuelvan a su apóstol vivo”, expresó.

Es como si se dijera que todos los musulmanes son parte del grupo radical ISIS y eso no es cierto, añadió la entrevistada.

Fortuny cree que si los directivos de la LLDM asumen el papel de víctimas de un ataque a la religión, van a usar esa idea para generar mayor lealtad interna y tener mayor fortaleza. Sin embargo, también se puede crear el efecto contrario, y esto reduciría el crecimiento de su feligresía.

Agregó que en una situación extrema, algunos fieles pueden tomar decisiones drásticas.

“Podrían suceder cosas muy trágicas, no sé. La vida entera gira en torno a su religión por parte de la mayoría de los fieles, podrían tender a quitarse la vida, es muy drástico, pero sí podría suceder”, finalizó.

Fortuny realizó estudios sobre LLDM y sus seguidores entre 1989 y 2009.


Ignacio Pérez Vega