Sector salud, único indicado para intervención en intentos de suicidio




Según especialista en suicidología, una vez que Joel Salas fue rescatado del supuesto intento de suicidio, debió ser valorado por personal de Salud para determinar su estado físico y mental y de ser necesario, trasladarle de manera inmediata a una institución psiquiátrica. En ningún momento debió permanecer bajo resguardo de Policía Municipal.

Por Gabriela Arreola y Luz Atilano

De acuerdo con la información que este espacio ha presentado sobre la investigación del caso de la muerte de Joel Isidro Salas Armendáriz, la intervención de las autoridades en el suceso no siguieron los protocolos adecuados, evidenciando de esta manera la falta de preparación para actuar en este tipo de crisis.

Luis Miguel Sánchez Loyo, licenciado en Psicología y doctor en Ciencia del comportamiento, representante en México de la Asociación de Suicidología de América Latina y el Caribe y también socio de la Asociación Internacional de la Prevención del Suicidio, explica que cuando se detecta un intento de suicidio los protocolos adecuados deben cumplirse en dos principales etapas: la primera, para evitar que el acto se lleve a cabo, donde es necesario que intervengan primeros respondientes como Protección Civil, Bomberos y Seguridad Pública. La segunda, una vez resguardada la vida de la persona, la atención médica tanto en el aspecto físico como en el psiquiátrico.

 “Una vez que la persona es convencida o forzada a alejarse del riesgo, esta persona debe de ser trasladada a un puesto de urgencias médicas. En este puesto de urgencias médicas, debe de ser evaluado por personal del área médica para ver si está lesionado, si está intoxicado, para valorar más el aspecto físico. Una vez que el médico del área de urgencias da fe de que la persona no se lesionó, de que no tiene nada que impida su tratamiento de salud mental, por lo menos en Guadalajara, es trasladada al Instituto Jalisciense de Salud Mental, particularmente al área de urgencias del Centro de Atención Integral a la Salud mental de estancia breve; en este lugar es evaluada por un psiquiatra y el psiquiatra determina si la persona requiere internamiento o no. Si la persona requiere internamiento entonces queda internada en un hospital psiquiátrico para una estancia breve y si la persona no requiere internamiento, queda bajo resguardo de la familia con el compromiso de que inicie un tratamiento de salud mental o bien que lo pueda retomar si es que lo ha abandonado.”

 El 24 de mayo, cuando Joel Salas supuestamente intentó suicidarse, estas dependencias estuvieron presentes por cerca de 8 horas, el joven permaneció en la parte superior de una torre del templo de El Refugio y coadyuvaron para que descendiera de la misma. Sin embargo, una vez que esto pasó se dio la primera omisión en el seguimiento del protocolo, pues no debió ser Policía Municipal quien se hiciera cargo de la atención y el resguardo del joven, sino que debido a su condición, inmediatamente tuvo que haber sido trasladado a una institución de salud para ser evaluado médicamente y después determinar si requería internamiento psiquiátrico.

El procedimiento explicado por el especialista es el que se sigue específicamente en la ciudad de Guadalajara, donde se tiene intervención del Instituto Jalisciense de Salud Mental y grupos de apoyo como la unidad policiaca de atención a crisis (de carácter estatal) y la unidad policial de intervención primera (municipal de Guadalajara), elementos con los que evidentemente el municipio de Lagos de Moreno no cuenta.

 “Sin lugar a dudas el chico una vez que fue rescatado, es decir que fue alejado del peligro, debió haber quedado bajo custodia de los servicios de salud porque a lo mejor el chico tuvo un desequilibrio fisiológico por haber estado expuesto al sol, por no haber tomado líquidos, por no haber comido, por la intoxicación que tenía por estupefacientes, pudieron haber sido muchas cosas, entonces debió haber quedado bajo resguardo de los servicios de salud y ser valorado lo antes posible por un profesional en salud mental; lo ideal y lo que marca la normatividad es por un psiquiatra, pero a veces hay algunos psicólogos que hace esa valoración, pero lo ideal es por un psiquiatra y que pondera si el chico requiere ser trasladado para su internamiento, pero en este proceso siempre el paciente queda bajo custodia de alguna autoridad, entiendo que intentaron hacer eso con este muchacho pero la autoridad que se hizo responsable fue Seguridad Pública y entonces el chico sufre un problema de salud que Seguridad Pública no supo responder y da como resultado el fallecimiento de la persona.”

Sánchez Loyo también enfatiza que en este sentido la capacitación de los elementos policiacos y de otras dependencias es limitada, deficiencia que se presenta en todo el país también debido a la falta de intervención organizada entre los cuerpos de urgencias. Ello se refleja en el hecho de que en los últimos 40 años México ha incrementado su tasa de suicidios sin contar con un plan nacional de prevención. Además, pese a que se creó la Comisión de Atención Integral al Fenómeno Suicida en Jalisco, adscrita al Instituto Jalisciense de Salud Mental, su preparación es muy limitada pues está constituida  sólo por una unidad y su radio de intervención abarca únicamente a la Zona Metropolitana de Guadalajara, dejando al resto del estado con poca capacitación al respecto; mientras que un dato a destacar es que, fuera de la capital, la zona de Los Altos es el segundo sitio con mayor número de suicidios de manera proporcional a su población.

Esto refleja la falta de capacitación de la corporación policiaca y de otras instancias que debieron intervenir en el momento de los hechos, pues aunque hasta el momento del rescate puede decirse que se siguieron los protocolos indicados, una vez que el joven descendió de la torre del templo de El Refugio, no se le ofreció la atención necesaria. También habla del abandono que existe por parte de programas estatales a las regiones, fuera de la Zona Metropolitana de Guadalajara.

Sin embargo, esta carencia debería servir para que los elementos reciban la formación adecuada sobre cómo actuar en este tipo de situaciones y saber qué tarea compete a cada dependencia, para proporcionar un servicio eficiente y sobre todo que no se vulneren derechos humanos ni se ponga en peligro la vida de nadie.